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El apoyo al Festival Vallenato

La historia se ha encargado de demostrar que fue una idea genial la de crear un Festival Musical para vender la imagen del recién creado departamento del Cesar, durante el Gobierno de Carlos Lleras Restrepo, del cual fue designado gobernador, Alfonso López Michelsen. En efecto, el Festival ha servido de impulsor inigualable de una música maravillosa que le ha encantado al mundo y que cuenta hasta con Premio Nobel de Literatura.
Se trata de un evento que en 2010 cumple ya cuarenta y tres años; pero aquel evento escogido como estrategia de mercadeo y relaciones públicas para promover un departamento, hoy es una gran empresa, que ha tomado una dinámica descomunal, quizás nunca imaginada por sus creadores, Consuelo Araujo Noguera, Rafael Escalona, Alfonso López, entre muchos otros.
El certamen cultural ha servido para conservar una expresión musical en su esencia misma, como también para promover nuevos exponentes intérpretes del acordeón, la caja, la guacharaca, el baile del Pilón y nuevos compositores y para mostrarle al mundo la riqueza de la música de acordeones.
Es una fiesta que está a la altura del Carnaval de Barranquilla, del Carnaval de Blancos y Negros de Pasto o el Festival de Teatro de Bogotá, y quizás fuera de Valledupar se aprecia más la importancia del Festival.
De allí que resulte sorprendente y lamentable que cuando faltan apenas 12 días para que inicie el Festival, la Fundación y la Gobernación del Cesar estén enfrascadas en un debate sobre la mejor alternativa para ejecutar los recursos con los cuales el ente territorial desea apoyar la Fiesta más importante de la región.
Para tener una dimensión de las cosas sólo hay que reseñar, que la realización de los eventos relacionados estrictamente con el Festival cuestan, aproximadamente unos cuatro o cinco mil millones de pesos, mientras que el aporte ofrecido por la gobernación sólo alcanzaría a los 500 millones de pesos, es decir cerca del diez por ciento.
Ya el Ministerio de la Cultura aportó unos recursos aproximados a los 230 millones de pesos, que serán ejecutados directamente por la Fundación, que es el ente encargado de organizar el Festival y ese es su objeto social.
El Secretario de Hacienda, Rafael Santodomingo Ochoa, ha dicho que la administración tiene disponibles recursos por ese monto (500 millones), pero que la decisión es que ellos sean los ejecutores de los mismos. Por su parte, el Presidente de la Fundación, Rodolfo Molina Araujo, insiste en que debe ser la Fundación la ejecutora.
Tenemos información que el Proyecto fue presentado por la Fundación a la Gobernación, en el mes de enero, desde ese mismo momento la administración debió ser precisa en las condiciones que consideraba conveniente fijar; pero a estas alturas, cuando faltan menos de dos semanas para que comience el Festival, lo más conveniente es la ejecución sea directamente por parte de la Fundación, con el cumplimiento de los requisitos legales que rigen la contratación y ejecución de los recursos públicos.
No obstante, insistimos, hoy la principal fuente de financiación del Festival es la empresa privada nacional que confía en la forma en que se vienen manejando estos patrocinios, por medio de convenios que están amparados legalmente y que para muchas de ellas tienen beneficios tributarios, ya que el objetivo es el apoyo a una manifestación cultural popular.
Pero, por el bien del Festival, y confiando en el buen juicio de ambas partes, esperamos que se pueda lograr un pronto acuerdo y concretar ese apoyo financiero para el evento cultural más importante de la región y uno de los más importantes del país y de América Latina. Lo más importante es la voluntad política de hacerlo.

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