Por Mary Daza Orozco
El inolvidable Papa Juan Pablo II, hoy beato, dijo: “Una fe que no se convierte en cultura, es una fe que no ha sido acogida ni aceptada por la gente del pueblo”; traigo esto a cuento, porque estamos viviendo el Año Internacional de la Fe, que se inauguró el once de octubre de la año pasado, con la bendición de su Santidad Benedicto XVI y culminará el veinticuatro de octubre de este año.
Hace muchos años, se enseñaba en los hogares y en los colegios que la fe es creer lo que no vemos porque Dios lo ha revelado, ahora no hay nada de eso, que era por demás, muy difícil de asimilar especialmente en la niñez; pero el concepto quedó claro cuando se resumió en la noción de que la fe es creer en Cristo, y ya.
Con la cronista de este diario Karen Liliana Pérez acudí a un encuentro con el padre Jesús Alberto Torres, párroco de la iglesia de La Concepción, en la sede de la Pastoral Social, queríamos saber cómo se iba a reafirmar el Año Internacional de la Fe en Valledupar. El sacerdote fue un tanto parco en cuanto al programa que se va a realizar: “Hasta cuando monseñor Óscar Vélez, no nos confirme nada, no podemos adelantarnos”.
Lo que sí quedó claro es que se invita a los gestores culturales, a los artistas, en cualquiera de sus campos, a que vivan el Año de la Fe, interviniendo en todos los eventos en que podrán integrarse; tentativamente, según el padre Torres, “en el caso de Valledupar, se realizarán encuentros de fe-cultura y fe-razón con el propósito de integrar a los artistas de la ciudad en un diálogo de fe y que la comunidad entienda que en los ámbitos del ser humano siempre está inmensa la misericordia del Señor.
Por eso aspiramos contar con el acompañamiento de los artistas en los encuentros desarrollados en el primer y segundo semestre del año; también difundir el mensaje y llamar la atención: La fe no es otra cosa sino creer en el Señor Jesús y, la fe se manifiesta en todos los campos de la vida humana no es solamente en el campo religioso”.
Y hablamos de nuestra tierra y sus ancestrales mezclas de fe y cultura (que yo llamaría folclor, aunque este haga parte importante de la cultura): el Festival de la Leyenda Vallenata, se asienta precisamente en la leyenda de la Virgen del Rosario; la Sirena de Hurtado, tiene que ver con un Viernes Santos, cuando era prohibido bañarse en el río; y lo que es más, todos los festivales de todos nuestros pueblos se realizan en las fechas en que se celebran las fiestas de sus patronos, y así, en cada historia hay una aparición, una celebración, una profunda tradición religiosa.
Quedó claro que habrá interesantes encuentros, el de la cultura se realizará en el marco de la celebración de la novena del Santo Ecce Homo, específicamente a finales del mes de marzo. El padre Jesús Alberto Torres, nos dijo: “Queremos invitar a los artistas para que nos acompañen para tener un diálogo fe-cultura. Porque cuando el arte pierde la fe, es un arte que se empobrece.”
Estaremos pendientes del encuentro de la cultura y la fe, estaremos avisando a escultores, pintores, escritores, cuenteros, teatreros, poetas, investigadores, pensadores, cantantes, acordeoneros, cajeros, guacharaqueros, en fin, a todos los que hacen de su actividad un arte a que no sólo le apuesten a la fe, esa que es el convencimiento de que van a triunfar o a lograr muchas satisfacciones, también a esa que trabajan a diario que lo que hagan lo realicen con la convicción profunda en que el Señor está ahí para que la fe en uno mismo y en Él se refuercen.