El impulso que le está dando el presidente Duque al sector agropecuario a través de sus tres pilares de gobierno (legalidad, emprendimiento y equidad), va a tener un gran impacto este año en la productividad, competitividad y rentabilidad, de los agronegocios del campo.
Indudablemente, uno de los problemas que tanto afecta el desarrollo de la agricultura y la ganadería en Colombia es la informalidad. Si el presidente Duque, consigue que las Cámaras de Comercio del país, implementen un sistema de Registro Único Agropecuario (RUA), para todos los productores del campo, resuelve en gran parte este problema.
El RUA, es una herramienta valiosísima, ya que le permite al Gobierno obtener toda la información de los productores y subsectores agrícolas y pecuarios del país, lo cual le permite orientar mejor sus políticas agrarias y los recursos de incentivos e inversión al sector. Así mismo, le ayuda al sistema financiero y asegurador a obtener información ágil para evaluar las solicitudes de créditos y coberturas de riesgo. Con este mecanismo, la agroindustria y al agrocomercio, van a poder planificar las compras de las cosechas y los proveedores de agroinsumos, equipos y maquinaria agrícola, ofertar a menor costo sus productos al sector primario.
Sin duda alguna el 2019, va a hacer el año del emprendimiento y el desarrollo rural. La UPRA ya tiene identificadas 6 millones de hectáreas aptas para desarrollar una agricultura de exportación (frutales, hortalizas y tubérculos) en la Región Caribe y otra para atender la demanda interna (soja, maíz, arroz, cacao, carnes y biocombustibles), en el piedemonte llanero y las sabanas del margen derecho del rio Meta en la subregión de la Altillanura en la Orinoquia colombiana.
El ministerio de Transporte, está trabajando en un programa de inversión en vías (terrestre, férrea y fluvial), para conectar estas zonas productivas con las principales ciudades y puertos del país. Así mismo, el gobierno está evaluando incluir en el PND 2018-2022, un programa de incentivos para mejorar la alta acidez de los suelos en la Altillanura y crear unos estímulos en educación, vivienda y seguridad social, para las familias que quieran trasladarse a esa zona del país a desarrollar proyectos productivos o tener un empleo digno. La Orinoquia representa el 33% del territorio nacional, pero sólo alberga el 3.7% de nuestra población.
También será el año del impulso a la innovación tecnológica agropecuaria y a la modernización del sector rural. En Brasil, Ecuador y Perú, están adelantando unos programas similares de innovación agrícola con créditos externos en condiciones favorables de plazo (12 años) y tasa de interés máxima del 4% e.a., para inversiones en sistemas de riego, maquinarias, equipos e infraestructura de almacenamiento.
Y por supuesto, será el año de la equidad rural. El gobierno Duque, está haciendo un gran esfuerzo económico para ayudar a dos millones de pequeños campesinos a legalizar sus títulos de propiedad, mejorarles las condiciones de acceso al crédito rural y al seguro agrario, fortalecerles sus cooperativas agrarias y poner a operar nuevamente las escuelas rurales para que puedan capacitarse en buenas prácticas agrícolas y pecuarias.
Sin duda alguna, este es un año de importantes ejecuciones para el agro colombiano.
*Experto en financiamiento agroindustrial.