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El agua del Valle

Hoy, desde las 9:00 de la mañana, líderes sociales, sindicatos, dirigentes políticos, autoridades administrativas y medios de comunicación  estarán reunidos en el Salón Yui del Hotel Sicarare de Valledupar discutiendo el presente y futuro de la Empresa de Servicios Públicos de Valledupar, Emdupar.

Y es que desde que la Alcaldía liderada por Mello Castro anunció la búsqueda de un tercero para que liderara la operación de Emdupar, cientos de voces se levantaron en favor y en contra de la propuesta.

Muchas críticas han surgido al proceso, que por su naturaleza  es controversial, por eso este espacio de diálogo es el ideal para  descargar todos los cuestionamientos  y desde la administración despejar las dudas. Pero esa discusión debe realizarse bajo unos principios que todos deberíamos respetar.

Empezando, el debate debe ser un diálogo abierto, respetuoso y solidario. El límite de cualquier comentario debe estar trazado en el punto  donde se empieza a calumniar la integridad del prójimo. Porque aunque piense diferente, todos tenemos el derecho a preservar nuestra integridad, nuestro testimonio. Nadie es merecedor de una ofensa por una posición política.

El criterio que debe guiar las intervenciones es el criterio de los argumentos. La información compartida por los ponentes y participantes, favorables o adversarios,  debe ser veraz, objetiva, aún mejor si se apoya en los datos.

 Es mejor evitar  las calificaciones, los adjetivos; y no exageremos. Por una vez en esta región, intentemos aproximarnos a un lenguaje técnico. Este evento lo merece, estamos hablando del agua del Valle. 

Pero tengamos claro todos, líderes gremiales, políticos, sindicalistas y comunidad en general: este foro es una conversación abierta pero no es una sustitución del debate político porque este debe seguir dándose en otros escenarios: redes sociales, medios de comunicación, Concejo Municipal, en las calles, en los restaurantes, en las tiendas.  También en las instancias legales que haya lugar.

Este escenario, necesario y útil, tampoco sustituye la participación en constante y el dinámico debate de opinión. Seguramente, muchos, después de escuchar al que piensa diferente, se mantendrán en su posición. Es lo normal en la democracia: la diferencia de opiniones. Es sano para cualquier proyecto tener un contrapeso. Pero siempre respetando al contrario, que seguramente también busca el bien para la ciudad, en este caso para Valledupar, urgida de un mejor servicio de agua potable y alcantarillado.

Esta polarización, sana si se mantiene el respeto, no es un tema nuevo, ya pasó en otras ciudades como Barranquilla, Medellín,  Montería, Bogotá o Tunja: la participación de agentes públicos, privados o mixtos en la provisión de los servicios públicos, la regulación estatal de tarifas y la supervisión.  Y un aspecto ambiental  que no se puede desconocer: la fuente, el precioso líquido que viene con el frío de la sierra por el Guatapurí.

Aún existe, aunque peligre,  la fama del agua del valle. En los pueblos alrededor se usa como sustituta de la que sale en sus propios acueductos o del agua hervida. Si acertamos esa fama crecerá y perdurará. 

Categories: Editorial
Redacción El Pilón: