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El ‘after party’ no pasa de moda

¿Existe una fiesta después de salir de la fiesta? Una pregunta curiosa pero que indudablemente genera muchas inquietudes; una de ellas, su respuesta. Pero sí y es una definición otorgada a la frase ‘after party’ que en su traducción define otro encuentro de diversión después de la rumba; cita que vincula música y alcohol. El término nació en los años 80’s en Europa, pero aterrizó en Colombia hace algunos años popularizándose entre las dedicaciones nocturnas de los intrépidos rumberos.

Quienes ven llegar el fin de semana para sumergirse en un mundo sin estrés, de descanso. Después de las 3 de la mañana, hora de cierre de discotecas en Valledupar comienza el recorrido a una rumba para terminar la rumba ya iniciada, que dura por muy temprano hasta el amanecer.

“Queda uno picado” así lo manifiestan quienes desde la noche anterior ya han incluido en sus planes el ‘after party’. “Generalmente antes de salir ya se ha comentado para donde vamos a seguirla, hacemos vaca y compramos bastante trago para que nos alcance”, reveló Raúl Maestre, de 23 años de edad, afirmando dentro de sus rutinas de rumba muchas veces cambia de lugar, ya sea porque la Policía está obligada a regular el ruido en las calles de Valledupar o por no tener un apartamento disponible. En situaciones han contado con ideas como, alquilar casas de campo desde las 6 de la mañana, donde apenas comienza a tomar fuerza la continuación de la rumba y así tener un lugar “fijo” y con más ambiente al cual llegar.

El diario EL PILÓN conoció que en la capital del Cesar identifican escenarios para las ‘after party’, como la avenida al balneario Hurtado, también conocido como ‘Miami’, Playa Maravilla, ubicada en esa misma zona, la fuente, parte de la carrera 9 con calle 6b frente a una importante empresa de la ciudad y algunos otros llegan hasta el mercado. Aunque cabe resaltar que en otras situaciones los quioscos de algunas casas son el epicentro de esta actividad.

“La música que ponen es diferente y eso también hace que uno vaya. Comienzan a combinar la electrónica dentro de la rumba, eso le da un nivel muy alto al grupo o donde estés”, comentó César Cotes. Agregó que los mal llamados ‘amanecederos’ son puntos para socializar dependiendo también, como resaltaba el ciudadano, el grado de alcohol en el que se encuentren; “ayuda a que uno sea más abierto con el parche”.

Con cuidado…

Lo importante es mantener la ‘mente abierta’. Se han emitido alertas ante la comercialización de bebidas adulteradas y las sustancias tóxicas y psicoactivas causantes de trastornos.

La psicóloga clínica Katherine Romero precisó que se debe hablar en todo conjunto de drogas ya que “el alcohol también es considerado una”. El trastorno de la personalidad, delirios de persecución, esquizofrenia son algunas de las anomalías que pueden presentarse. Recomienda estar alertas con quien sirve la bebida, identificar un color raro y no perder de vista su frasco.

Eduardo Moscote / EL PILÓN
eduardo.moscote@elpilon.com.co

 

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