El acordeón es uno de los pilares fundamentales que hizo posible el asentamiento de uno de los géneros musicales más representativos de Colombia. Sin él, sería imposible denominar este género como vallenato.
Con este instrumento, miles de acordeoneros como Francisco ‘El Hombre’, Chico Bolaños, Colacho Mendoza, Luis Enrique Martínez, Alejo Durán, entre otros, han contado historias a través de los aires del vallenato.
La historia dicta que el acordeón llegó a Colombia a finales del siglo XIX, siendo La Guajira un lugar trascendental. Posteriormente en el siglo XX, arribaron acordeones de origen Italiano, francés y alemán, de los cuales sobresalen marcas como Rigoletto y Hohner.
Sin embargo, no fue hasta 1968 que apareció un acordeón alemán fabricado en Trossingen, marca Hohner Corona III, que revolucionaría el país y sería rebautizado como ‘acordeón vallenato’.
El acordeón diatónico (el más conocido en Colombia), está compuesto por varias hileras gracias a su evolución. A su vez, existen innumerables denominaciones de acordeones que son utilizados según sea la necesidad del intérprete.
Desde entonces, el género vallenato se ha convertido en uno de los más aclamados por el público en Colombia y en varias partes del mundo. Esto gracias a la manera en que los juglares e intérpretes vallenatos han resguardado el folclor a través de sus canciones.
Hoy en día, existe un Museo del Acordeón en la Casa Beto Murgas, ubicada en Valledupar, un espacio cultural donde los turistas pueden conocer más a profundidad la historia de este instrumento y cómo surgió el género vallenato.
JORGE IVAN PEÑARANDA CAMARGO / EL PILÓN.