Decir que uno de los mayores atractivos de Valledupar es el río Guatapurí se ha convertido ya en un lugar común. Y a riesgo de caer en el mismo, vamos a volverlo a reafirmarlo.
En efecto, la egregia Ciudad de los Santos Reyes se ha hecho famosa no sólo por su música, hoy conocida, apreciada y querida universalmente, sino también por las majestuosas y frías aguas del río Guatapurí, que inspiró a García Márquez para describir los ríos aledaños a su inmortal Macondo, con piedras monumentales y aguas cristalinas.
El Guatapurí, además de darnos agua potable de buena calidad, es la principal recreación para la gran mayoría de los habitantes de Valledupar, principalmente para las personas de los estratos populares que por economía no tienen otras opciones. Es el sitio de encuentro de amigos, enamorados y novios, del paseo de sancocho, asado y del consumo de otras comidas típicas de la región.
Hurtado es el principal sitio turístico de la ciudad. Además del paisaje y sus agradables aguas, está a pocos minutos del centro y eso le da un gran atractivo. Distintos personajes de la vida nacional, incluido el Presidente Álvaro Uribe Vélez, cada vez que vienen a Valledupar se dan su chapuzón en el río.
Sin embargo, Valledupar, en general, no tiene en cuenta a su río. Con excepción de los contados caminantes que llegan en la mañana por hacer ejercicio, y algunos por bañarse temprano en sus aguas, sólo se acuerdan del río los tomadores y parranderos nocturnos y los bañistas del fin de semana. Pero la ciudad, en su conjunto, no tiene una política de cuidado integral del río.
Hoy, más que nunca, se hace necesario tener una política de cuidado del río; que contemple su seguridad, principalmente en la zona de Hurtado, el aseo de sus playas, la seguridad para los bañistas, el cuidado de las aguas y sus alrededores, que pasados los fines de semana parecen un verdadero basurero.
Valledupar debe mirar a su río, como bien lo planteó recientemente en un foro público sobre ciudad región, organizado por este diario y el Centro de Pensamiento Cesarense, el Jefe de la Oficina Asesora de Planeación, Aníbal Quiroz Monsalvo. Ahí tenemos el ejemplo de Montería, con su Ronda del Sinú, donde hay restaurantes de primer nivel, heladerías, parques para toda la familia, en fin: el río es un centro de integración de la ciudanía de la capital de córdoba.
Y así fue Hurtado y el Guatapurí para los habitantes de Valledupar hace varios años. Hoy, el asunto es distinto. Muchos no se atreven a ir al río por temor a un robo, a ser atracados, como les está ocurriendo a muchos turistas. Nos preguntamos ¿Qué pasa con la seguridad en río y principalmente en Hurtado?. ¿Cómo es el manejo de las basuras y los desechos que dejan los bañistas?. ¿Qué está haciendo Corpocesar para cuidar el río y toda su cuenca?.
Capítulo aparte nos merece el Parque Lineal. El parque está totalmente abandonado, el río amenaza con llevárselo por la falta de mantenimiento preventivo a los muros de contención y a las otras obras. Los juegos para los niños están en mal estado y también el parque es mal utilizado por la comunidad.
Los vallenatos debemos mirar al Guatapurí de manera permanente, no de manera esporádica y para el Festival Vallenato. Entre el gobierno local y la comunidad, a través de fundaciones y organizaciones, comenzando por los vendedores ambulantes que viven del comercio alrededor del río, la ciudadanía, en general, el comercio y los medios de comunicación, tenemos la obligación de cuidar a nuestro río. Conservarlo para disfrute nuestro, de nuestros hijos y de nuestros nietos…
Distintas dependencias de la administración municipal deberían velar por el Parque Lineal y la atención integral al río Guatapurí. Cuidar sus aguas y su rivera, brindarles seguridad y tranquilidad a los bañistas y un puesto de primeros auxilios a los bañistas y demás visitantes. Pero, el cuidado del río no es sólo asunto del gobierno local, es un tema que deben concitar a toda la comunidad, a la Universidad Popular del Cesar, que allí tiene una de sus sedes; reiteramos: cuidar el río y el Parque lineal es un asunto y una obligación de todos.