Una de las ciudades mayores consumidoras de agua potable es Valledupar. La capacidad de producción de su acueducto podría surtir a Bucaramanga, incluyendo su área metropolitana, pero la capital del Cesar no logra saciar su sed.
A unos 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar, en la Sierra Nevada de Santa Marta, nace el agua más pura, rica y limpia, que llena de vida a ríos como el Guatapurí, encargado de surtir a los casi 450.000 habitantes de Valledupar, quienes se roban, desperdician y contrabandean el agua sin control alguno.
Según el estudio de la Comisión Reguladora de Agua (CRA) realizado en 21 ciudades, Valledupar está entre las ciudades que más derrochan agua. El informe indica que en la Capital Mundial del Vallenato, el consumo por habitante equivale a 24.600 litros, cuando el promedio para tierra caliente es de 17.500, lo que deja ver, según los datos, es una diferencia de 7.100 litros de agua por persona no en contra del municipio, sino del medio ambiente y su principal cuenca hidrográfica como lo es el río Guatapurí.
He aquí las dimensiones del porqué la falta de líquido para algunos sectores, sin sumarle las pérdidas de técnicas, comerciales y el contrabando de agua llevada a los 25 corregimientos, municipios como Bosconia, El Paso, Astrea, La Paz, San Diego, inclusive, Codazzi y hasta el departamento de La Guajira.
El gerente de la Empresa de Servicios Públicos, Emdupar, Luis Eduardo Gutiérrez Aroca, es directo y se sinceró al decir que “en el 2006 a Emdupar la acabaron” y antes del 2011 “la remataron”, desde el punto de vista de la Superintendencia de Servicios Públicos.
El acueducto de Valledupar posee dos plantas de tratamiento para agua; La Huaricha y La Gota Fría, juntas alcanzan a contener una capacidad de 2.200 litros por segundo, pero el 74% del agua que se manda a los cinco distrito: para el medio que va a la zona céntrica, son destinados 1.157.435 metros cúbicos de agua; para el norte son 283.685; para el sur 976.739; para La Nevada 120.320; y para Sancocho (red de ayuda para algunos sectores) 410.563 metros cúbicos, en total a los acueductos del perímetro residencial de Valledupar llegan 2.026 litros por segundo de agua. En cifras, Gutiérrez Aroca indicó que ‘la brecha’ sería tres veces el presupuesto de esta empresa que hoy tiene ingresos de 41.000 millones por año, es decir, cerca de 123.000 millones de pesos.
El acueducto de esta localidad envía agua para 800.000 habitantes, 350.000 menos del aproximado del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que son 450.000, pero Heriberto José Mendoza Vega, exgerente de la empresa cuando fungía como Empodupar hace 29 años, de Valledupar saldrían 300 carro tanques que equivalen a 6.813.741 litros.
Mendoza Vega aseguró que el anterior volumen es inferior a la producción de una hora de la planta de tratamiento, suponiendo que 2.000 litros por segundo, daría 7.200 litros, equivalente al 4,17% de las 24 horas “y las pérdidas son del 60% aproximadamente en la planta”.
“Parece que deben existir muchas pérdidas técnicas y comerciales que se pueden detectar con procedimientos técnicos y administrativos, que se deben iniciar pronto para obtener a mediano y largo plazo un control de las pérdidas; una mayor facturación y una disminución en los costos de tratamiento, ya que el agua que se pierde es tratada (potable)”, dijo.
Heriberto Mendoza plantea que la sectorización, ya iniciada, de las redes, puede permitir la localización de las pérdidas por sectores e ir corrigiendo por cada uno de ellos, lo que se puede hacer de manera lineal o en paralela.
“A Emdupar lo acabaron”
El gerente de Emdupar, Luis Eduardo Gutiérrez Aroca, diagnóstico algunos de los inconvenientes que la empresa presenta con respecto al suministro.
Para el funcionario “si mandamos el río Guatapurí a Valledupar, aquí se lo gastan”, porque el “agua de Valledupar es muy barata pero nadie la cuida”.
EL PILÓN: Valledupar es una de la ciudades en que más gasta agua, ¿cómo influye eso en Emdupar?
Luis Eduardo Gutiérrez: Es cierto, la media nacional está en 150 litros por habitante, pero Valledupar está en 450 litros por habitante (diario); tenemos el doble del consumo nacional. Aquí se debe hacer lo que Emdupar comenzó hacer, pero es tan complejo, y no se nota el progreso en una forma deslumbrante porque es un problema de cultura. Nosotros recibimos una empresa, en la que por lo menos, 20.000 usuarios no tenían micro medición; cuando la persona no está midiendo consumo, ni la empresa sabe cuánto le manda para facturar, ni la persona tiene la opción de autorregularse. Llevamos 7.000 micro medidores instalados en la ciudad y nos faltan 15.000.
EL PILÓN: ¿Cómo se traduce todo esto a pérdidas?
LEG: Cuando uno encuentra una empresa que tiene un 74% de pérdidas en el agua que produce es grave; está para intervenirla por parte de la Superintendencia de Servicio Públicos. El 74% del agua que se manda a Valledupar no se contabiliza, es decir, sería tres veces el presupuesto de esta empresa que hoy tiene ingresos de 41.000 millones por año; estamos facturando simplemente el 30% del agua.
EP: ¿Qué contribuye a todas esas pérdidas?
LEG: Las pérdidas técnicas, porque hasta ahora me he referido a las comerciales (instalación de micro medidores). La demanda de agua que se roban de Valledupar se convierte en una pérdida que supera el 10%, el otro 20% podríamos manejarlo como técnicas, consecuentes de una infraestructura (tubería) obsoleta que tiene la ciudad.
La concesión más grande de Corpocesar sobre el agua del río Guatapurí es Emdupar (1.800 litros por segundo), pero el día que corrijamos las fugas, remplacemos las tuberías, controlemos la evasión que hay, le va a sobrar una planta de tratamiento de las dos que tenemos.
EP: Generalmente las personas se quejan porque no hay agua en algunos sectores, ¿qué está pasando?
LEG: Aquí hay un ‘Triángulo de las Bermudas’ en el sector del barrio Las Delicias, allí se pierde el agua, pero tenemos que llegar al fondo del tema y no es que el río, que el calentamiento global: es el ‘Triángulo de las Bermudas’ que no deja pasar el agua. La renovación de tubería que debe hacer Emdupar, hacia el desafío que da la ciudad, es incalculable.
En 30 años, Valledupar no superará 800.000 habitantes y hoy estamos mandando agua para un millón 200 mil, esto es una barbaridad, porque el agua que enviamos surtiría a Bucaramanga con su área metropolitana… es un margen de desperdicio, entre más bonita es la mansión, tiene más contrabando de agua.
La invasión Tierra Prometida tiene perforada nuestra tubería en 25 partes, estamos hablando de mangueras de dos y tres pulgadas, esa tubería no sirve y sin embargo, los barrios vecinos que pagan el servicio están con problemas. La situación es brava, a Emdupar la acabaron, porque en el 2006 no era viable y hasta el 2011 la remataron.
EP: ¿Por qué los corregimientos se quejan por la falta de agua?
LEG: Los corregimientos es un mal negocio, pero Emdupar es una empresa pública que les puede dar la mano, porque son un hueso. ¿Quién dijo que allí pagan agua?, ¿y las inversiones qué? Para que un alcalde se quite ese piano de encima, los líderes de los corregimientos tienen que ir a la Secretaría de Obras y allá no hay ni una pala; pero la mejor ayuda que le podemos hacer a la administración, es que Emdupar se haga cargo de los corregimientos.
EP: El contrabando de agua existe y ha sido incontrolable para las autoridades en Valledupar, ¿estaría Emdupar dispuesta a vender el agua?
LG: Estamos dispuesto a venderla, pero desde la planta, porque si lo hacemos la contabilizamos, pero que no le hagan el daño al municipio. El problema es que no la estamos midiendo y está como un fraude. El día que la ciudadanía de Valledupar admita que el principal patrimonio que tiene es el agua y por lo tanto tiene que pagar la factura, ese día creo en esa gente. Pero lo que estamos viendo es fraude, mafia de casa campo, de mezclas, de carro tanques, de pimpineros.
EP: Una denuncia anónima dice que Emdupar no le estaba pagando, hace dos años, a Corpocesar por al agua que recibe, ¿qué opina?
LEG: No, nosotros le podemos deber a Corpocesar, pero siempre se le ha pagado la concesión del agua. Inclusive le pagamos tasa retributiva, ahora ¿no le vamos a cancelar la concesión del agua?
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
carlos.jimenez@elpilon.com.co