Los números en el fútbol han marcado historia, incluso hay jugadores que convierten un número en su propia marca registrada. En 1958, un pequeño jugador brasileño enloqueció el mundo del fútbol gracias a sus gambetas, su nombre, Pelé y su número, el 10.
Sin embargo, hay un número que es sinónimo de muerte y temas curiosos en el deporte más popular del mundo. El número 71, dígito que ha estado involucrado en tragedia que nadie podría haber imaginado y que mancharon de sangre y luto el rodar de la pelota.
La historia de este número empieza con hecho positivo, ya que en 1871 empiezan las diferentes conversaciones para realizar posteriormente en 1978 el primer torneo futbolístico: la FA Cup.
Un hecho que estremeció a Argentina y el mundo sucedió el 23 de junio de 1971, cuando se jugaba uno de los clásicos más importantes del fútbol gaucho. River Plate y Boca Junior eran los protagonistas de un partido que pasó de teñirse de gloria a humedecerse con la sangre de las 71 víctimas que perdieron la vida en el hecho denominado La Puerta 12.
En los años 70, Argentina vivía bajo la opresión del Gobierno, por lo que el fútbol era la ruta de escape para salir de tantas tristezas, no obstante, en hechos que aún 47 años después no son claros una estampida de hinchas de Boca, y tras ser bloqueada la única salida que se habilitaba para los hinchas visitantes (la puerta 12), 71 personas murieron al ser aplastadas unas contra otras, debido a la confusión causada por los tiros y los gases lanzados por la Fuerza Pública. Lo más triste es que aún no se sabe por qué el cuerpo policial reaccionó de esa manera.
La violencia volvió a entrometerse entre la pelota y la pasión de los hinchas, ya que el 1 de febrero del año 2012, en Egipto, hinchas de los equipos Al Ahlí y Al Masrí protagonizaron una batalla campal que se trasladó incluso a la cancha. En este trágico incidente, que dejó 71 personas muertas, se veía como hinchas se enfrentaban con todo lo que tenían en las manos, mientras los jugadores corrían para proteger sus vidas, siendo esta la tragedia más grande que se ha registrado en el fútbol egipcio.
Los jugadores tampoco se han salvado de este número, ya que son ellos quienes lo portan. Denys Boyko, portero que se hizo célebre tras quedar subcampeón con el Dnipro de Ucrania, aunque su caso no terminó en muerte fue un crítico momento para el jugador; Boyko prestaba sus servicios para en Dinamo de Kiev (Ucrania) y en 2013 pasaría a formar parte de Dnipro, pero lo espeluznante del caso es que luego de ser presentado con el dorsal 71, Boiko sufrió un accidente al salir de la presentación hacia su residencia. En el percance automovilístico, el portero ucraniano por poco pierde su pierna derecha, sin embargo, tras múltiples terapias, Boiko volvió a la cancha con el Dnipro.
El numero 71 pareciera estar ligado a la parte oscura un deporte tan bonito como el fútbol, y en otros caso pareciera como si fuese este número una señal que utiliza el destino para hacerle saber al mundo que nada está escrito y que todo puede pasar.
Tal sucedió el 28 de noviembre de 2016. Nuevamente el destino marcaría un capricho más que involucraría a tan misterioso número. En esta oportunidad los protagonistas nunca imaginaron que sus vidas terminarían de forma tan drástica.
A la ciudad de Medellín debía llegar Chapecoense de Santa Catarína, club fundado en 1971, pero que se hizo profesional en 1973 y por primera vez disputaría un torneo internacional.
Hasta ese momento todo era fiesta, tanto para jugadores como para las personas que por otros motivos llegarían a suelo colombiano, sin embargo, la trágica noche del 28 de noviembre se vistió de amargura tras la noticia que llegaba a todas partes del mundo desde el municipio de La Unión, Antioquia, cuando la aeronave de la empresa La Mía se precipitó a tierra por falta de combustible. El saldo final de fallecidos, 71 muertos y seis heridos.
Este hecho enlutó a Brasil y Colombia, ya que ambos países esperaban celebrar el título de la Copa Sudamericana, sin embargo, los azares del destino quisieron que este partido no se jugara y que fuera el silencio, las lágrimas, la angustia y la impotencia los invitados finales.
Hoy se cumplen dos años de esa tragedia que dejó sin palabras a los amantes del fútbol mundial, quienes esperaban con ansias ver el partido entre el equipo que en ese año era el mejor contra un equipo que gracias a su trabajo llegaba por primera vez en su historia a una final continental.
Quizá en la memoria de los aficionados guarden los más puros recuerdos de las gambetas, goles, atajadas y acciones que el fútbol nos ha regalado, pero también existe esa otra cara de este deporte, una cara de tragedia, incredulidad y desazón por hechos extra futbolístico que hacen su presencia en los diferentes escenarios deportivos.
Pero con todo lo que suceda en el mundo del fútbol, siempre las buenas acciones serán recordadas por los aficionados que gozan con un taquito, una chalaca, porque siempre habrá un motivo para celebrar en medio de tantas crisis que en la actualidad amenazan la tranquilidad de los futboleros.
Siempre habrá anécdotas que contar, ya sean de celebración, de frustración por la pérdida de una final, o como en estos casos, habrá motivos para llorar a los seres queridos que perdieron la vida haciendo lo que más les gusta.
Aquellos que perdieron la vida por amar al fútbol serán siempre recordados por quienes aún viven para seguir celebrando los logros de sus equipos o jugadores favoritos.
No obstante, más de 140 años de historia en el ámbito profesional son muchas las tragedias que han lacerado al fútbol, un deporte que despierta pasiones, amores y odios, pero también, un deporte donde la tragedia y la tristeza pisan el terreno de juego tomadas por las manos.