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El 22 de abril, día de la tierra

La tierra

Este trascendental evento que se celebra hoy, fue establecido a nivel mundial por la reunión de la Conferencia de las Naciones Unidas en 1972 en Estocolmo, como quien dice, hace 50 años, y se puede decir, que esto se dio por el interés de crear conciencia mundial sobre la relación interdependiente entre seres humanos, seres vivos y medio ambiente natural. 

A estas alturas son muchos los informes que se han publicado sobre el planeta Tierra, con preocupantes resultados. 

Estadísticas

A manera de ejemplos, han manifestado que la mitad de los vertebrados han desaparecido en solo 40 años, entre 1970 y 2010 el 39% de las especies terrestres y marinas se han extinguido y las especies de agua dulce han desaparecido en el orden del 76%, hasta el punto que hoy día se requiere 1,5 de planeta tierra para satisfacer el consumo humano sin afectar el globo y se calcula que para el 2050 se necesitan 3 planetas. 

Se calcula que 6,6 billones de dólares es el costo estimado del daño que el hombre causa a la tierra en solo un año. 

Es deber de todos cuidar la naturaleza

¿Quién es el culpable?

Siempre se viene diciendo de manera alarmante que los preocupantes resultados sobre la vida en la tierra y los organismos que la habitan es el ser humano, debido a sus actividades de caza de animales, la contaminación diversa, los estados de erosión, así como la expansión de ciudades sin preocupaciones. 

En la tierra contamos con un elemento fundamental para la vida que es el elemento agua, que solo disponemos de un 3% potable que proviene de agua dulce. Pero datos provenientes del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) por sus siglas en inglés, manifiesta que 2.600 millones de personas experimentan una severa escasez de agua y más de mil millones pasan hambre, lo anterior, en el entendido que el planeta tierra en estos momentos cuenta con 7,9 billones de personas, calculando que para el 2050 el planeta contará con 9.800 billones. 

Nosotros los humanos tenemos un planeta tierra con aproximadamente una cuarta parte de su superficie productiva y existen 12.600 millones de hectáreas productivas incluidas áreas marinas y tierra firme. Claro que nosotros no somos los únicos habitantes del planeta, por lo que debemos preservarla inalterada al menos el 10% de esta superficie para otros seres vivos, lo que supone que nos quedan 11.340 millones de hectáreas disponibles para los seres humanos, si dividimos esta cifra entre los habitantes del planeta veríamos que a cada persona le corresponde un pedacito del pastel productivo de aproximadamente 1,7 millones de hectáreas de las cuales 0.25 hectáreas serian para uso agrícola, 0,6 de prado, 0,6 de bosque y el resto iría destinado a terrenos modificados tales como (ciudades, carreteras, fábricas, entre otros). 

Si empleáramos el agua, la madera, los alimentos y en definitiva el conjunto de bienes que pueden producir esas 1,7 hectáreas en forma sostenible, podríamos pensar que nos mantenemos dentro de la capacidad de carga del planeta, aunque no vamos a analizar en este escrito la huella ecológica, digamos que a escala global la huella ecológica ha superado la capacidad de generación de recursos del planeta desde la década de 1980. 

La huella correspondiente a 1961 fue estimada en un 70% de la capacidad de generación de la tierra. En la década de 1980 el consumo alcanzó el total disponible y en 1999 excedió la disponibilidad planetaria. 

Ahora la humanidad está consumiendo el 120% de lo que produce el planeta. Lo anterior traducido a término de economía doméstica estamos gastando por encima de nuestro cotidiano sueldo mensual y cubriendo el déficit haciendo uso de la herencia que nos dejaron los abuelos. No se nos puede escapar decir, que las urbes del mundo occidental son quizá el paradigma de la insostenibilidad. 

El 20% de la población que vive en ciudades ricas consume más del 60% del producto económico mundial y genera el 60% del total de los desechos no necesariamente dentro de su propio territorio. 

Como consecuencia de lo anotado, se recomendaría que el primer y fundamental paso consistiría en no consumir más allá de lo necesario. 

Reducir, reutilizar y reciclar nuestras basuras en este orden de prioridad se ahorran ingentes cantidades de recursos no renovables y contaminación. 

Estamos viviendo en la tierra fustigada por una triple crisis planetaria que atenta contra un futuro sostenible, es decir, estamos frente a una sindemia que equivale a varias pandemias juntas. 

El grave problema que vivimos tenemos que abordarlo en forma conjunta, para lo cual debemos hacer alusión a que la expansión económica ha traído una prosperidad desigual a una población mundial en rápido crecimiento. Como resultado de ello, 1.300 millones de personas viven en la pobreza en la tierra, mientras la extracción de recursos naturales se ha triplicado hasta alcanzar niveles dañinos y han creado una emergencia planetaria. 

El agua es vital para la vida en la tierra

Conclusión

Salvemos el planeta, protejamos el medio ambiente, somos parte de la naturaleza y si desaparece nosotros desaparecemos con ella. Nos estamos quedando sin tiempo para que creamos en esta situación de destrucción que le estamos infligiendo al planeta tierra ya que somos cómplices, y vale la pena recuperarla y conservarla. 

Se necesita conciencia mundial para cambiar el chip. 

Por Hernán Maestre Martínez/especial para el pilón

Categories: Medio Ambiente
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