En 1997, con la Ley 388 se creó el Plan de Ordenamiento Territorial, POT, como un instrumento de planificación de cada territorio del país. Con él se regula la utilización, ocupación y transformación del espacio físico urbano y rural.
En el caso de Valledupar, hace 6 años se dio la última revisión al diseño de este municipio, lo que para algunos sectores ya merece actualización por los avances que ha tenido la ciudad desde 2015, cuando Fredys Socarrás era alcalde.
En el 2019 se cumplió el primer plazo para hacer una revisión a los objetivos de corto plazo, sin embargo, la discusión no se dio y el POT continúa con vacíos que afectan la planeación de ciudad.
Aunque este mecanismo político debe ser aprobado por el Concejo Municipal de Valledupar, es desde la Alcaldía de donde debe partir la voluntad para reformarlo.
La relevancia radica en que permite tomar decisiones frente a temas como ordenar a la ciudad, proteger su medioambiente, prevenir los efectos graves de los fenómenos naturales, así como también construir viviendas, de interés social o megaedificios.
VOLUNTAD POLÍTICA
Según el concejal de Valledupar Luis Fernando Quintero, en reiteradas ocasiones ha propuesto que se haga una modificación al POT, ya que la ciudad ha tenido un crecimiento bastante importante. “Ya amerita modificaciones para que le quede claro a la gente y a los constructores dónde está permitido construir áreas comerciales, las viviendas, hospitales y cuál es el espacio público. Es urgente que se revise eso”.
A pesar de la facultad otorgada para organizar mejor la ciudad, en la capital del Cesar sigue vigente un modelo de organización que ya alcanza media década. Sobre ello, Quintero agregó: “La Alcaldía debe adelantar los estudios técnicos profundos que se requieren para hacer esas modificaciones y esperamos que lo presenten al Concejo, desde ahí dictaremos las sugerencias que creamos convenientes para aprobarlo. No queremos rechazar de nuevo proyectos que no estén alineados con el plan, y según tengo entendido, están avanzando en eso para el próximo año”.
MODIFICACIONES
Ante las falencias que expresa la opinión pública sobre el documento actual que rige el ordenamiento del Valle de Upar, el arquitecto Santander Beleño argumentó: “El actual POT no va acorde con la previalidad de la ciudad porque hay muchos predios ubicados sobre las vías de actividades múltiples que solo se les concede una altura de dos pisos cuando son los lotes más costosos; tampoco se está en sintonía con el progresivo deterioro de la ciudad. Es triste ver esa situación día a día y que no se tomen medidas correctivas para ello”.
El arquitecto asegura que se trata de un problema de socialización: “Las entidades pertinentes se tomaron su tiempo para formular y aprobar el POT, pero no asistieron a las convocatorias de socialización o el consultor en cuestión actuó como el dios creador y eso quedó plasmado. Ese rumbo se endereza con la participación activa de la administración municipal en cuanto a las inconsistencias que tiene el plan”.
OFICINA DE PLANEACIÓN
En ese sentido, la jefe de la Oficina de Planeación, Cecilia Castro, señaló que para el 2022 viene una modificación excepcional al POT de Valledupar, esto, según las determinaciones que surjan de los estudios que se le realizarán a la norma.
Por ejemplo, desde la administración municipal se tendría pensado contratar una consultoría para realizar los estudios específicos financieros de las cargas urbanísticas del POT, y otra relacionada con el cambio climático y la gestión del riesgo.
De acuerdo con algunos expertos consultados por EL PILÓN, el problema es que Valledupar no cuenta con un Programa de Ejecución. Columnistas de Opinión como Augusto Orozco se han referido al tema: “Ocurrencias como la de la Casa en el Aire muestran la improvisación de obras para llenar otras expectativas, no significa sino un aprovechamiento indebido por la falta de priorización de las edificaciones en el plan de ejecución del POT, que es el único instrumento en donde se programa lo que la comunidad necesita urgentemente, para que los alcaldes por medio del plan de desarrollo las ejecuten”.
LA EXPECTATIVA
Por las inconformidades expuestas sobre el POT se cree que en el 2022 la administración tome la decisión de hacer los ajustes pertinentes, centrándose en el cuidado del río Guatapurí, el cerro de Hurtado y otros aspectos como el crecimiento de la ciudad en materia de vivienda, que hasta el mes noviembre reportó ventas de 2.842 unidades, según la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol.
POR ANDREA GUERRA PEÑA
@andreaguerraperiodista