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“Ejercí tres años mi carrera como abogada, pero dije ¡no más! Me dedico a la felicidad de mi alma”: Nina Marín

Nina Marín dirige grupo actrices del Cesar en una escena de Múcura. FOTO: cortesía/ Nina Marín.

Las energías, o las vibras –como se quiera llamar- de los seres prendados de profesiones, artes u oficios se advierten a leguas. Inclusive, tienen un potencial de fácil transmisión y contagio. Nina Marín expresa su amor por el séptimo arte con todos los recursos comunicativos de que dispone. Palabra, movimiento y gestualidad. Es abogada, especialista en Derecho Administrativo. Ejerció durante tres años, pero supo bien pronto que su vida no podía consumirse de audiencia en audiencia, cumpliendo desgastantes horarios del quehacer judicial. Su último empleo en este ámbito profesional fue en el Ministerio de Defensa. 

Estudió cine y arte dramático en Barranquilla. En Cuba, cursó avanzado de idiomas, técnica ‘Meisner’, dirección actoral y actuación para cine. A la fecha, cumple más de 16 años inmersa en la creación cinematográfica, junto a Óscar Alvarado, su esposo y productor, con quien tiene tres hijos. “Cuando tú haces lo que quieres, eres feliz. Escoger mal una profesión es como casarte con la persona que no te gusta ¿Te imaginas acostarte con alguien que no te gusta? Así estaba yo. El derecho es bonito, lo respeto, me gusta hasta cierto punto. Es algo que quiero, pero no amo, o no prefiero”, dice entre risas. 

Nina Marín en compañía de su equipo de fotografía. FOTO: cortesía/ Nina Marín.

Marín es oriunda de Riohacha, La Guajira, pero fue registrada civilmente en Valledupar. A los 13 años viaja a Bogotá con su familia y regresa a la capital del Cesar cuando ya alcanzaba la mayoría de edad. Desde entonces, reside en la ciudad. Su padre, Julio César Marín, era del Viejo Caldas y, según refiere, fue el primer distribuidor del Ron Viejo de Caldas de La Guajira y el Cesar, hace más de cuarenta años. Su madre, Ana Elvira Díaz Dangond, es natural de Aracataca, Magdalena, pero con raíces de Villanueva, La Guajira. 

La serie web ‘Múcura’, que trata de una niña con discapacidad auditiva, inmersa en el mundo del bullerengue, es su más reciente proyecto audiovisual que se encuentra en fase de edición y posproducción. Desde el café del centro comercial Mayales Plaza, de Valledupar, concede esta entrevista a El Pilón. 

Cuéntanos, ¿de qué va esta iniciativa?

La empresa Marines Films tiene 4 años de fundada, pero como personas naturales, venimos trabajando desde hace más de 16 años en el cine. Óscar Alvarado, mi esposo, ha logrado fundar la empresa y fue la primera en ganar un relato regional del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, cuando se fundó el Consejo Departamental de Cinematografía del Cesar, del que fui cofundadora hacia el 2017. Hemos liderado ese proceso de ganarnos un fondo en el departamento del Cesar. Se han realizado varios cortometrajes. Recientemente, participamos en una convocatoria del Mintic, donde se postularon alrededor de 2.000 empresas productoras a nivel nacional, y resultamos ganadores con la serie ‘Múcura’, que va de una niña con discapacidad auditiva, inmersa en el mundo del bullerengue. Tiene que afrontar las vicisitudes de la vida en compañía de la abuela, ‘Amá’ y su mejor amiga, Carmela, luego de que una plaga en su caserío llega y hace que los hombres se vayan porque los alimentos escasean. Ellos tienen que buscar un futuro y ellas tienen que afrontar todas las dificultades diarias en este caserío. Se convierte en una historia muy femenina, muy de mujeres afrontando la vida. Una niña con discapacidad que quiere ganarse el concurso a nivel nacional que va a ser transmitido en televisión para poder ayudar a su abuela y salvar un poco su situación. Tenemos el compromiso de entregar la serie al Mintic en el mes de noviembre. Se va a transmitir en Telecaribe, Señal Colombia y el Canal 1.

¿Múcura está ambientada en Valledupar?

Sí. Se rodó en el corregimiento Los Corazones y está ambientada en un pueblo que se llama Las Cruces.

¿Qué mensaje busca promover la película?

El mensaje principal es la superación. No hay discapacidad cuando tienes voluntad. No hay obstáculos cuando quieres conquistar algo. Múcura, con su capacidad de alegría, no solo afronta la vida, sino que ayuda a los demás con su espíritu fresco, así como la múcura, que es hecha de barro y mantiene el agua fresca, según contaban nuestros abuelos. Así es Múcura, fresca, a pesar de lo maluco que es su entorno, lo difícil de la vida. 

Aparte de Múcura, ¿qué otros proyectos cinematográficos ha liderado Nina Marín?  

Fui guionista y directora de ‘Manuel, un pedazo de felicidad’, en el 2014. ‘Elemento’, en 2015. ‘Roja Mujer’, en 2016. En el 2017, pegamos a una convocatoria con el Ministerio y hago una residencia en EE. UU., para hacer el documental ‘Lo que la distancia no borra’. Luego, voy a Suiza con el guión de largometraje ‘El camino de la luciérnaga’, proyecto que escala a Los Ángeles y a Cuba. Próximamente, rodaremos la película ‘El giro del mulato’, que ya llegó a Chile. Hace dos meses estuvimos en México, en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, con otro proyecto, el thriller ‘Púrpura’, película policíaca y de asesinato.

Nina Marín y el productor Óscar Alvarado con las actrices que interpretan a Múcura. FOTO: cortesía/ Nina Marín.

Esas series y películas, ¿por cuáles plataformas se ven?

En festivales nacionales e internacionales. Nuestra empresa todavía no las tiene abiertas al público porque las siguen pidiendo. Entonces, tenemos proyectos que se mueven en circuitos de festivales.

¿Cuál es la experiencia significativa de hacer cine en el Cesar?

Toda. Entender, así como Múcura, que no hay limitaciones, a pesar de que Valledupar es una zona árida a nivel cinematográfico. No hay una escuela de cine. Nos toca traer gente de afuera para nuestras producciones. Normalmente, procuramos que sean del Caribe colombiano, sacar productos muy caribeños. De Cartagena, Santa Marta, Barranquilla, La Guajira. Esa es la gran lección del proceso. Que, a pesar de las adversidades, se pueden crear espacios, generar iniciativas.

¿Nina es con el cine una mujer itinerante?

Más bien diría sedentaria, porque no he salido de este lugar. Itinerante, mi producto. Ese sí viaja. 

¿Comparte el tiempo con su otra profesión?

No, yo abandoné el derecho. Me di cuenta que no podía vivir cumpliendo un horario, de audiencia en audiencia. Ejercí tres años mi carrera. Mi último trabajo fue con el Ministerio de Defensa, pero dije ¡no más! Me dedico a mi alma, a que mi alma sea feliz.

Esperamos su invitación para asistir a esos festivales…

Claro que sí. Lástima que en Valledupar no haya un festival de cine, pero en algún momento lo habrá, seguramente.

A propósito, ¿han intentado promover un festival de cine en Valledupar?

Mi productor siempre ha tenido la intención, le gusta. Hacer un festival es como hacer una película. Es muy exigente, por lo menos un festival de respeto. Es un trabajo grande. Uno decide. O hace películas o hace festival. Por lo pronto, nos hemos concentrado en la producción.

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Tags: Nina Marín
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