El acuerdo firmado entre el cabildo gobernador kankuamo, Jaime Arias, y el alcalde de Valledupar, Fredys Socarras Reales, que permitió instalar la Mesa Municipal de Concertación e Inversión Pública para esa comunidad indígena, es un gran paso en estos momentos en que el tema indígena toma tanta importancia con los últimos hechos ocurridos en la Sierra Nevada que develan graves problemas en dichos pueblos.
Este esfuerzo de la administración municipal y del gobierno kankuamo que se da en el marco de la política nacional de descentralización de la administración de los recursos destinados para estas comunidades, bien puede replicarse con otras etnias tanto en la Sierra Nevada de Santa Marta como en la Serranía del Perijá, donde también hacen presencia otras poblaciones indígenas que sufren el abandono del Estado.
Es la oportunidad para que los indígenas, en este caso los kankuamos, desde sus gobiernos administrativos demuestren que son capaces de administrar su propio entorno y su bienestar. Son ocho mil millones de pesos los que destinará la Alcaldía de Valledupar a la comunidad kankuama para salud, educación y otras obras de infraestructura.
EL PILÓN resalta las palabras del cabildo gobernador Jaime Arias, que enfatizó, en que después de cuatro administraciones, es decir, 16 años, se pueda dar este paso tan significativo para ellos, especialmente porque el acuerdo tiene un enfoque diferencial.
Las alcaldías de La Paz, Becerril y Codazzi que tienen en sus jurisdicciones los asentamientos de los yukpas deben conocer en profundidad cómo se logró este acuerdo, que permitió por medio de Decreto instalar esta Mesa en las que los dos gobiernos (municipal e indígena) se ponen de acuerdo para llevar inversiones a sus territorios.
La precaria situación de varios pueblos indígenas se podría mejorar si se trabaja de esta forma, además que está amparado por la Constitución Política de Colombia y las decisiones de la Corte Constitucional.
Los kankuamos ahora tienen una oportunidad única. Pueden demostrar que luego de todos los estragos de la guerra y de las dificultades sociales, pueden salir adelante, y deben estar activos en la Mesa Municipal que conforman siete indígenas kankuamos y funcionarios de las diferentes secretarías de la administración municipal.