Según las cifras que se conocen de manera oficial, en Valledupar existen en estos momentos 59.304 adultos mayores, de ellos 33.336 son mujeres, equivalente al 56.2 %, y 25.968 hombres que corresponden al 43.8 %. En total, los adultos mayores representan el 10.4 % de la población de esta capital en el año 2024.
Esa es una cifra importante, pero de la cual se podría decir que en su mayoría está casi en desuso y desaprovechada por el mundo moderno. Ese debería ser uno de los aspectos por evaluar en esta fecha en la que se celebra el Día del Adulto Mayor.
Dice el proverbio popular que la experiencia no se improvisa, no tiene precio, ni se compra y ni se consigue a la vuelta de la esquina de un día para otro, entonces ¿por qué no valorar esa sabiduría acumulada por el paso de los años?
A nuestros viejitos, hoy conocidos como adultos mayores, siempre se les suele mirar como personas a las que hay que prestarles ayuda, sin embargo, eso no debería aplicarse de manera general para todos, son muchos de ellos los que podrían ser muy útiles para distintos procesos tanto institucionales como de cualquier otra índole, sus experiencias y conocimientos constituyen un faro orientador para cualquier circunstancia en nuestras vidas.
Sería muy bueno tener en cuenta el inmenso valor que los adultos mayores aportan a nuestra sociedad y en ese sentido echar mano a esa perspectiva única que ellos han obtenido durante muchas décadas y en distintas épocas de nuestra historia, lamentablemente eso no se valora lo suficiente.
Son muchos los programas sociales que los gobiernos implementan para atender al adulto mayor, estos en cada periodo gubernamental cambian de nombre, no obstante, su finalidad por lo general es la misma: brindar asistencialismo. Por ejemplo, en el actual mandato del presidente Gustavo Petro está en marcha ‘Colombia Mayor’, cuyo propósito es la entrega de un subsidio económico para aquellos que se encuentran desamparados, que no cuentan con una pensión, o viven en la extrema pobreza.
Para ‘Colombia Mayor’ el gobierno decidió una inversión de 2,3 billones de pesos para este año 2024, un presupuesto significativo solo para asistencia y protección a esta población.
En el ámbito local y departamental también se acostumbra la ejecución de programas de ayuda al adulto mayor, algo que se ha vuelto rutinario en todas las oficinas de gestión social de los gobiernos de turno, muy pocos se han decidido por explorar iniciativas que, en lugar de brindar ayuda, ofrezca oportunidades a nuestros ‘viejos’, en las que ellos se sientan útiles y que esa utilidad sea de beneficio para toda la sociedad.
En todos los procesos debería rescatarse la figura de los consejeros mayores, en los gabinetes de gobierno, en las juntas directivas, en las instituciones educativas, entre muchas otras organizaciones de nuestra sociedad ávidas de conocimiento y experiencia.
Es importante que los gobiernos tomen conciencia que no siempre los recursos destinados para los adultos mayores sean solo para asistencialismo, sino que también se contemple la posibilidad de brindar oportunidades de aprovechamiento de la sabiduría de ellos. Eso sería un buen punto de partida.