El río Cesar es una gran llanura de amortiguamiento de crecientes y zonas inundables, determinó el estudio sobre oferta hídrica superficial en las cuencas que conforman la zona de influencia del sector minero en el centro del Cesar, elaborado por la multinacional Drummond y el Centro de Estudios de la Escuela Colombiana de Ingeniería, ECI.
Ricardo Aguilar, uno de los ingenieros que participó en la elaboración del estudio explicó que en las llanuras si hay una lluvia o un aguacero lo más lógico es que el agua tiene que drenar hacia algún lado, “y tiene que irse a las zonas inundables, en este caso el río Cesar que es una gran llanura de amortiguamiento para las crecientes. El agua en las montañas se mueve con unas velocidades altísimas, llega al pie de monte, cambia la velocidad y llega a las llanuras en velocidades bajas, entonces el río empieza a moverse, siempre van a generar los meandros y al final de ese proceso siempre van haber inundaciones”.
El estudio comprendió 4.500 kilómetros de 13 grandes cuencas, entre las que se encuentran la zona del río Calenturitas, Muñoz, Paraluz, San Antonio, El Zorro, entre otras que atraviesan el centro del Cesar donde se encuentra la zona minera.
Entre tanto, el ingeniero Alfonso Rodríguez Díaz, quien también participó en el estudio, explicó que lo interesante de éste, es que tienen una herramienta para predecir y poder determinar en un punto cualquiera de cualquier cuenca cómo se comporta la escorrentía “y creo que si sabemos cuál es el valor de la escorrentía podemos tomar decisiones, la solución integral resuelve los problemas”.
Esta herramienta según Rodríguez otorga herramientas y dice cómo se pueden presentar los fenómenos para poderlos atacar.
El director del Departamento Ambiental de la Drummond, Amilcar Valencia, aseguró que este estudio permite entender cuál es la dinámica del recurso hídrico en el centro del Cesar, para con base en esa información poder planificar y proyectar los usos de éste.
“Es un estudio básico que permite conocer qué hay y a futuro qué puede existir para con ello se planifique el uso del recurso hídrico, hasta ahora es una herramienta que permitirá a las autoridades poder presuponer en época de sequía o época de lluvia cuál puede ser la disponibilidad por los cauces y de esa manera poder definir los usos en estos”, dijo Valencia.
Esta evaluación permite definir la capacidad de concesiones que se pueden otorgar tanto en épocas de invierno, como en estiaje cuando se debería preparar el área.
“Es un elemento predictivo que permite gestionar el recurso para que no nos pase las situaciones críticas o de crisis cuando hay sequía que nos pasaron recientemente. Los cauces pierden su caudal, en algunos casos llegan a caudal cero, esto lo que hace es que se obliga a pensar en una planificación del recurso, porque en épocas muy caudalosas que el agua lo que hace es daño e inunda, y tenemos épocas muy secas en donde no existe el recursos hídrico, lo que debería servir es para empezar a planificar almacenamiento, concesiones que se van a otorgar en época de invierno distintas al verano para que la gente se prepara”.
Entre tanto, el director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel dijo que el estudio le parece importante y significativo desde el punto de vista del aporte, “incluso de lo que es la construcción científica, porque el tema ambiental a mi modo de ver es mas científico y aquí lo que vemos es un estudio muy científico”.
El funcionario dijo además que hasta ahora el análisis pluviométrico de la zona minera es interesante y se debería extrapolar en todo el departamento “para nosotros poder llegar a saber cuál es la riqueza hídrica que tenemos y sobre todo como aprovechar el agua lluvia a través de escorrentías”.
De igual modo, aseguró que el país necesita políticas de cosecha hídrica, al tiempo que explicó que quieren ver el estudio desde el enfoque final.
Sandra Santiago B.
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