Ante concejales y funcionarios ambientales de la Capitanía de Puerto, Invemar, el Ministerio de Minas, de Ambiente, Corpomag, Procuraduría Agraria, entre otros, presentó la empresa minera Drummond el Plan de Contingencia que le exigió la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, ANLA para reactivarle las operaciones de cargue y descargue en el puerto en Santa Marta.
La compañía minera a la que le suspendieron la licencia la semana pasada está a la espera de que la ANLA emita su respuesta frente al plan que fue radicado en la mañana de ayer.
La Drummond cuya sede de explotación se encuentra en el centro del Cesar, dio a conocer ayer un informe sobre lo ocurrido entre el 12 y 13 de enero de este año, cuando se presentó la emergencia con una barcaza cargada de carbón.
La empresa que lamentó lo ocurrido en el accidente industrial, explicó por medio de un comunicado que nunca tuvo intenciones de dañar el medio ambiente, sino que por el contrario, adoptaron medidas para minimizar el daño ambiental.
La compañía aseguró que “a raíz del accidente, y debido al asalto intelectual sobre Drummond por parte de tantos críticos, también se siente una víctima”.
Informó la empresa que la investigación realizada incluyó una revisión de todos los detalles pertinentes del incidente.
Según dijo, el 12 de enero, a las 2:44 de la madrugada fue cargada la barcaza 115 en el muelle de Puerto Drummond con aproximadamente dos mil 957 toneladas. A las 3:30 de la mañana, esta fue movida a la boya número dos y posterior al buque Anángel Seafarer y más tarde la amarraron a la grúa para iniciar las operaciones de carga.
A las 6:20 de la mañana, el supervisor del turno observó que la barcaza 115 estaba inclinada en la popa, semisumergida y en una situación de emergencia, que fue evaluada y categorizada como de nivel dos y procedieron de acuerdo a lo establecido para este tipo de emergencias en el plan aprobado por la compañía.
Pidieron bombas a las grúas cercanas así como desde instalaciones portuarias en la costa y dieron instrucciones a un remolcador para que llevara una barcaza vacía al área de la boya 23, como parte del plan de contingencia para responder ante la emergencia. De igual modo llevaron dos grúas para ayudar en el rescate de la barcaza.
“En ese momento, se determinó que la barcaza estaba a punto de hundirse, y por tanto, el supervisor en el sitio en ese momento activó las máximas acciones de emergencia. Debido a la preocupación por la seguridad de las personas a bordo de las grúas, se tomó la decisión de retirar una de las grúas del área y de continuar el rescate con la grúa Colombia 5”, informó la compañía.
Debido a que empeoró la situación de la nave, tomaron la determinación de sacar paladas de agua, mezclada con carbón de la embarcación que se estaba hundiendo y depositarlas en el mar. Los supervisores y gerentes a bordo de la grúa Colombia 5 evaluaron y llegaron a la conclusión de que esta medida estaba teniendo muy poco efecto y que la barcaza daba señales de continuar hundiéndose. Debido a que la profundidad de esta área es de 12 a 13 metros, existía riesgo de hundimiento total, por lo que el personal evaluó la situación y decidió remolcar la barcaza.
Para el 15 de enero, fueron sacadas de la embarcación mil 600 toneladas de carbón y agua y transferidas a otra.
Según la compañía, la dificultad fue informada a la Capitanía de Puertos en Santa Marta el domingo 13 de enero y esta posteriormente inspeccionó las condiciones generales de la barcaza.
Según la compañía, al revisar las obligaciones en el momento del incidente, no determinó que era un requisito notificar a la ANLA.