En 1967 con la creación del nuevo departamento afloraron muchos hombres de bien; líderes naturales a quienes no le asistía otro afán sino la de servir, en la retina de los cesarenses se inmortalizaron nombres como el de Crispín Villazón de Armas, José Antonio Murgas, Álvaro Araujo Noguera, Jorge Dangond, Edgardo Pupo, Manuel Germán Cuello, Alfonso Araújo y ‘Pepe’ Castro.
Estos últimos se mantuvieron por más de 30 años como dirigentes de la política pública en el departamento, su permanencia en altamar pese a la aparición de múltiples tempestades orquestadas por adversarios y contradictores, que naturalmente afloraban, no lograron enviar al naufragio a tan poderosos trasatlánticos.
‘Pepe’ y Alfonso permanecieron en el poder gracias a su estrategia política, quienes a pesar de tener intereses distantes los atraía el mismo compromiso social.
Cuando niño mi padre me llevaba a pasar vacaciones laboriosas en Manaure en casa de mi abuela Josefina Castro Monsalvo, mujer dulce, pero a la vez aguerrida con sus quehaceres, disciplinada, trabajó en sus fincas en la recolección de café y maíz hasta sus 94 años; allí permanecía yo en los ceses escolares; enseñándonos el amor al trabajo; en esa época no entendía por qué tanta camaradería de ‘Mamá Fina’ con la familia de Alfonso Araujo, si su hijo era el opositor electoral de este.
DOS FAMILIAS MUY CERCANAS
Toda la vida los Cotes y los Castro se han querido, tanto que han unido vínculos sacramentales de compadrazgo comprometiéndose a través del bautismo en orientar y velar por sus hijos ante la falta del otro.
Durante años se mantuvieron a la cabeza de dos movimientos políticos el uno el Movimiento de Renovación Liberal – MRL, orientado por el exgobernador, exembajador y exsenador Alfonso Araujo Cotes y el movimiento de Mayorías Liberales orientado por el exalcalde, exrepresentante, exsenador y exgobernador del Cesar José Guillermo ‘Pepe’ Castro.
Fueron muchas las estrategias para que estos líderes mantuvieran sus ideales y las banderas del liberalismo ondeando en lo más alto, en La Paz, municipio donde nació el doctor Alfonso Araujo, al momento de decidir los electores pasaban por una dura y aguda encrucijada, en las urnas no sabían si votar por el hijo del pueblo o por ‘Pepe’ Castro, quien en la época ya había echado raíces en ese municipio dándose a conocer a través de sus familiares asentados por años en ese municipio como Carlos, Belisario e Irene Araujo Trespalacios, sus primos y con mi madre María Mercedes Araujo Morón, quien al unirse con mi padre echo a un lado los trapos azules heredados de mi abuelo y líder conservador Antolín Araujo Arzuaga, para ondear las banderas del liberalismo y convertirse en la principal líder del movimiento de Mayorías Liberales, en La Paz.
SANA COMPETENCIA
Alfonso Araujo y ‘Pepe’ Castro mantuvieron esa competencia sana que solo benefició a los asociados del conglomerado social y era la de traerle obras y beneficios al pueblo; no existió rincón alguno en el departamento del Cesar donde estos líderes no hubiesen llegado con sus obras; Araujo Cotes traía el progreso con el saneamiento básico sembrando acueductos y alcantarillados en cabeceras y poblados; Pepe Castro traía el progreso a través de la educación, con la construcción y dotación de bibliotecas en escuelas y colegios de bachillerato, la salud con la construcción y dotación de centros de salud y hospitales, con la construcción de vías terciarias, la electrificación rural y finalmente por ser el menos piadoso con la ayuda en las obras de la Iglesia.
En cada contienda sus opositores soñaban con derrotarlos pero ‘Pepe’ siempre les salía adelante, su triunfo se festejaba con la canción interpretada por Leonor González Mina ‘La Negra Grande de Colombia’: “…y no es que Pepe no aprieta sino que sabe apretar…”
POR: PEDRO NORBERTO CASTRO ARAUJO/ESPECIAL PARA EL PILÓN