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Dos eventos trascendentales que se aplazan

El niño llorando y la mamá que lo pellizca. Bien vale la aplicación de este dicho popular frente a lo que está ocurriendo en Valledupar y el Cesar, donde en un mismo día recibimos dos noticias de cancelación de las fechas programadas y promocionadas de eventos de gran importancia para la región: la Feria Ganadera y Feria Equina, por un lado, y el Festival de Mujeres, EVAFE, por otra parte.

El comunicado de la Feria dice que es “debido a la falta de apoyo institucional y económico por parte de la Gobernación del Cesar”. Entre tanto, el de EVAFE, señala que “no se han recibido los aportes de las entidades que siempre apoyan este proceso cultural y de equidad de género”.

Ambos eventos fueron afectados por falta de oportunos recursos económicos y de apoyo institucional, contrario al pregón de los gobiernos locales, departamentales y nacional, de su impulso a la reactivación económica de la región. También genera interrogantes sobre el papel de nuestro sector privado en el apoyo a nuestra cultura tradicional.

Si nuestra clase gobernante ha sido tímida al promover iniciativas macros para fomentar el crecimiento económico, entonces que por lo menos apoyen las ya existentes como la Feria Ganadera y EVAFE, se escuchó decir ayer.

La no realización de la Feria constituye un preocupante revés para un evento tan emblemático de una de las principales vocaciones productivas que hace parte de la agenda anual de Valledupar.

No se entiende por qué esta vez la gobernación, cuando ya era tradicional su participación, no ha brindado el apoyo que requiere la Feria, y que la actual administración hasta el momento haya guardado silencio. Esperamos del señor alcalde, comprometido de verdad con ambos eventos, que interceda ante la señora gobernadora, y se dinamicen los trámites que suelen ser engorrosos para el desembolso de anticipos necesarios para poner en marcha a los eventos.

La Feria Ganadera de Valledupar es una de las más importantes del Caribe colombiano. Además, la no realización de la versión número 44, prevista para los días del 16 al 18 de agosto, afectaría también la Gran Exposición Equina Grado A, produciéndose un efecto dominó.

De todas maneras, sin echar de menos el apoyo institucional, la Feria, ganadera y equina, como los otros eventos, deben adquirir vida propia, y afianzamiento en sus mismos gremios y empresas, que aseguren fecha sin interrupciones año tras año.

Empezando porque se sepan vender y promocionar, ya que el público no asiste. Así lo mencionamos en editorial del 5 de diciembre de 2022: “A pesar de unos bellos escenarios, caballos (y agregamos ahora, ganados) de lujo, buen espectáculo y buena muestra gastronómica y musical algo sustancial falla. No se ha cultivado un amor por el caballo, a pesar de que historiadores aseguran que el paso fino colombiano habría tenido origen en nuestra tierra; no se hace una divulgación en los medios; no se hace como evento de ciudad y los patrocinadores públicos y privados no exigen que se asegure concurrencia (…) Desde EL PILÓN ofrecemos nuestras páginas y redes, experiencia de éxitos y fracasos, sin contraprestación, para que esos eventos que deben ser de ciudad sean debidamente socializados en la población”.

Seguiremos opinando estos días de estos traspiés, nos sirvan como lección para reconducir la marcha.

Categories: Editorial
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