Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan aseguran que el Gobernador del Cesar, Francisco Ovalle Angarita, ya duerme más tranquilo; mientras que el rector de la Universidad Popular del Cesar, Carlos Emiliano Oñate Gómez, no ha podido conciliar el sueño de manera despejada desde que se posesionó.
Contra Franco Ovalle pesaba una demanda de nulidad del acto de elección como Gobernador del Departamento del Cesar para el periodo 2016-2019, instaurada por Arturo Rafael Calderón Rivadeneira, quien además pedía a la Sala Quinta del Consejo de Estado que se ordenara la cancelación de la credencial expedida a Francisco Ovalle, como Gobernador por el partido de la U, y en consecuencia se declarara su elección como Gobernador por el Partido Liberal y Centro Democrático.
Sin embargo, la semana anterior, el Consejo de Estado dejó en firme la elección de Franco Ovalle y negó las pretensiones de Arturo Calderón. Dicho fallo a favor de Franco, según mis consejeros periodísticos, no ha sido “colgado” en la página del Consejo de Estado y su publicación podría demorar veinte días más, a pesar de que la sentencia ya es pública.
Cuentan que Franco Ovalle ya duerme tranquilo y hace unos días estuvo en Manaure, su segunda patria chica, en donde lo vieron muy sonreído por las mismas calles por donde tanto caminaron sus padres Adalberto Ovalle y Sara Angarita y sus abuelos Amador Ovalle (conservador arraigado) y Lola Muñoz.
Inclusive, recordó los pasos de su padre Adalberto Ovalle por Manaure, en donde el exgobernador Alfonso Araujo Cotes le contó con mucha nostalgia que con ellos y sus abuelos se iba para el río a bañarse y a resbalar en la piedra de ‘Napoleón’.
Está en deuda el Gobernador en construir la carretera por Manaure hacía Venezuela para el intercambio binacional, como lo pensó su papá Adalberto Ovalle, siendo Gobernador, y como alguna vez lo planeó el entonces Alcalde del Municipio de La Paz, Pedro Olivella, fallecido, quien contrató una comisión de jóvenes de la época para explorar ese camino por las montañas de Manaure.
Superado el litigio por su credencial, se afirma que el Gobernador hará un replanteamiento a su gabinete que, seguramente, dará a conocer próximamente.
En cambio, se afirma que el Rector de la UPC, Carlos Oñate, está intranquilo, esperando el próximo 29 de agosto, a las 8:30 de la mañana para escuchar la sentencia de la demanda por su designación.
Inclusive, en los corrillos de la UPC todo mundo habla de lo mismo y mientras unos apuestan por su caída, otros alegan lo contrario. Pero lo que sí está en la hoguera son las acusaciones de más de medio centenar de docentes a quienes no les dieron carga académica en el presente semestre, por supuestos señalamientos de que en las recientes elecciones estamentarias no estuvieron con el actual Rector y los candidatos a los consejos Superior y Académico.
Quedaron por fuera de la universidad investigadores y valiosos docentes como Liliana González Baiter, Jairo Guevara, Baldomero Rosado, Andrés Movilla, Álvaro Iglesias, Carlos Daza, José Hernández, Lázaro Turbay, Yoimar Aldana, Ever De La Hoz y Luís Hernando Serna, entre otros.
Inclusive en la UPC hay quejas reiteradas de presuntas persecuciones laborales de jefes de departamentos y decanos contra docentes de tiempo completo, asociados y catedráticos.
También se señalan presuntas irregularidades en la otorgaciones de millonarios recursos económicos para estudios en el exterior a docentes, sin el lleno de los requisitos, solo por amiguismos ¡Por Dios! Hasta la próxima semana.