“Mercedes Douglas, una luchadora por los derechos humanos, las causas sociales y los proyectos incluyentes, especialmente para mujeres”. Esas fueron las palabras de las personas allegadas a la lideresa social, quien falleció el pasado 4 de noviembre por quebrantos de salud.
Este domingo 6 de noviembre, familiares y amigos le dieron el último adiós. ‘Meche’, así la llamaban cariñosamente, entre sus grandes aportes a la sociedad resalta la fundación Casa de la Mujer en Valledupar. También era miembro de la ‘Red Parala Ya!’.
Su amiga Carmen Alicia Ricera de Ochoa la calificó como un ser “humano especial”, comprometida con las comunidades vulnerables y líder de las luchas afrodescendientes. “Todas las acciones que desarrollaba era pensando en el bien común, esta era su mayor fortaleza”, dijo Ricera de Ochoa.
‘Meche’ lideró desde el año 1995 la conformación de varios proyectos con enfoque de género, donde encontró el apoyo del Sena.
“Desde entonces ella vino realizando un trabajo social en pro de las mujeres junto con Luisa Baute. Luego se vinculó en importantes procesos en favor de las mujeres víctimas de violencia, siempre apoyando a personas vulnerables con una sonrisa en los labios y una palabra amables”, agregó Ricera de Ochoa.
Su padre Víctor Douglas fue un empresario pionero de la región en los procesos metalmecánicos, fundador de la empresa Servidisel del Cesar. Por tal razón, la lideresa social también fue una empresaria.
“Es muy triste cuando un ser humano de sus condiciones se va. Le pedimos al Señor que la tenga en su gloria y que ella sea un ejemplo para las jóvenes y los nuevos paradigmas de la sociedad, no solamente vallenatos sino internacionales. Mercedes era una mujer digna de resaltar y un ejemplo para la sociedad”, aseveró Ricera de Ochoa.
También la recordó Luisa Baute de Aponte, exdirectora del Sena y amiga, quien junto con Mercedes Douglas crearon asociaciones de mujeres y fundaciones que permitieron atender a mujeres vulnerables del Cesar.
“Creamos la fundación Casa de la Mujer; todavía existe la lavandería de esa fundación, la cual tenía como objetivo promover el desarrollo integral de las mujeres mediante la capacitación de oficios que le permitieran trabajar como independiente”, añadió Baute de Aponte.
“También se preocupó por atender proyectos orientados con las mujeres trabajadoras sexuales, con los pacientes de sida, desplazados y víctimas de la violencia. Tenía ese espíritu de servirle a los demás. En época de Navidad pedía y recogía regalos para los niños de los barrios vulnerables”, acotó la exdirectora.
Resaltó además que era una líder al servicio de los demás con un espíritu cristiano firme. “En ella vi ese espíritu de la verdad de Jesucristo al servicio de otras personas. Nos dejará recuerdos muy gratos, me uno al dolor de su esposo Manuel Ortega, su hijo Andrés Mauricio y toda su familia”, acotó Baute de Aponte.
KAREN LILIANA PÉREZ / EL PILÓN
@karenperezcol