Una polémica se ha generado en torno a un caso registrado en la Institución Educativa San Isidro Labrador del corregimiento de Atánquez, jurisdicción de Valledupar, luego que la familia de un estudiante denunciara que este había sido víctima de maltrato por parte de dos educadores del plantel.
Según la familia del menor, los docentes lo amarraron y le causaron algunos golpes, posteriormente, lo trasladaron hasta un centro de rehabilitación en Valledupar, sin la autorización correspondiente.
El hecho que ha causado opiniones divididas, quedó registrado en un video aficionado donde se observa cómo unos adultos retienen a quién sería el joven.
Frente al tema, Manuel Fuentes, docente y secretario del Concejo Local de Mayores de la comunidad indígena , señaló que desde el pasado 8 de agosto del 2024, se venía presentado una situación compleja con el joven quien supuestamente ha amedrentado a varios compañeros con cuchillos, causándoles temor.
Indica, que esto se originó desde que se implementó prohibir el ingreso de celulares al claustro educativo en medio de una asamblea general en la que participaron los padres de familias.
“Ese día que se quitó el celular estábamos en capacitación con el rector, él entró a la oficina del coordinador y se lleva el celular sin ningún tipo de permiso. Se formó una discusión le quitaron el celular nuevamente y le llamaron al acudiente”, dijo Fuentes.
Expresa que minutos después, el alumno supuestamente salió del colegio e ingresó nuevamente con “una rula, macheteó el portón y amenazó al guardia”.
Fuentes, manifiesta que a pesar de que en varias oportunidades le sugirieron al padre del menor tomar medidas correctivas y endurecer su educación, hicieron caso omiso por lo que, de manera reiterativa intimidaba a las demás personas en el plantel.
De igual forma explicó que no lo agredieron sino que lo inmovilizaron debido a que los amenazó con hacerles daño a ellos y a sus familiares.
“Lo cogimos, lo abrazamos y lo inmovilizamos. Después llegó la Guardia y la Policía y lo trasladamos hasta la Casa de Reflexión donde llegó su papá y le manifestamos que como autoridad lo llevaríamos a un centro de rehabilitación para garantizarle el debido derecho”, aseguró.
Finalmente, dijeron que este caso fue expuesto ante la Policía Metropolitana de Valledupar, a quienes le solicitaron ayuda para reforzar la presencia de uniformados y prevenir que los jóvenes consuman sustancias alucinógenas y pongan en riesgo la vida de los niños.