La población del corregimiento de Los Venados, jurisdicción de Valledupar, se encuentra en una disputa por la construcción de una casa comunal en este territorio que incluiría un comedor para la tercera edad, centro de recreación para los niños, con proyección de películas, sala de evento ocasional, entre otras áreas, porque un sector de la población no considera que el recurso asignado sea suficiente para la construcción de la obra.
De acuerdo con Carlos Barriga Almenárez, presidente de la Junta de Acción Comunal de este corregimiento y líder de la iniciativa, la obra cuenta con 60 millones de pesos que asignó “la Gobernación del Cesar”; 35 millones de pesos en muebles y equipos para la dotación de la obra por parte de una empresa y el Consorcio Caracolí- Valledupar donó más de $22 millones en materiales, para un total de 117 millones de pesos.
“Están los recursos, pero hay cuatro o cinco líderes que no están de acuerdo con que se haga la obra en el centro del corregimiento, siendo que no hay otro lugar legalmente donde se pueda hacer. Me tocó pedir una prórroga para el tiempo de ejecución del contrato de 35 días porque lo que va a suceder es que va expirar el tiempo del contrato y nos van a quitar el dinero y lo asignarán a otro lado”, aseveró Barriga.
Agregó que le solicita a las autoridades locales que establezcan una mesa de diálogo para que se lleve a cabo la construcción de la obra debido a que en el territorio es necesario una casa comunal para la población “porque no hay un sitio digno para las reuniones y actividades de la comunidad. Se oponen personas como el concejal, Ricardo López, quien alega que el proyecto no tiene viabilidad”.
Las dudas
Al respecto, el presidente del Concejo de Valledupar, Ricardo López, comentó que en la comunidad de Los Venados “hay una inquietud” sobre si el recurso es suficiente para la construcción de la obra porque “temen” que el dinero no sea aprovechado y la obra quede abandonada.
“Hay un sector de la población que está de acuerdo con la construcción y otro sector dice que no alcanza y que no es viable dejar una obra a medias. El pueblo quiere saber si alcanza, que presente el presupuesto, los diseños y los permisos de demolición como de construcción”, dijo López.
Explicó que ni la comunidad ni él se están oponiendo a la obra, sino que solicitan más claridad sobre el proyecto y los recursos para ejecutarlo. En ese sentido, también comentó que un “sector de la comunidad no quiere que la casa comunal quede en el sitio que Carlos Barriga Almenárez escogió” porque consideran que es un espacio grande que puede utilizarse para un parque, canchas o sitios de recreación.
Agregó que lo factible en dicha situación es que se haga una concertación con toda la comunidad para que se decida qué hacer con el recurso, que no se pierda el dinero y sea invertido en obras que no queden inconclusas y beneficien a la población.
Por Namieh Baute Barrios