X

Divina Final

“San José Gregorio Hernández, me mandó un marconi urgente y me pide que le mande, medicina pa’ un paciente. Ese santo que es doctor, desde el cielo me ha encargado que le mande esparadrapo, mertiolate y algodón, que San Pedro maromeando se cayó y se escalabro.”

No podíamos iniciar esta nota de otra manera sin que viniera a nuestro recuerdo la canción titulada “Los Santos y Yo” de la autoría de Héctor Zuleta Díaz, es el corte número cinco del LP “Por lo Alto” del Binomio de Oro, en la cual el malogrado acordeonero, compositor, verseador, cajero y guacharaquero relata las cosas extrañas que se le estaban presentando con los Santos entre otros con San Gregorio Hernández, San Isidro Labrador, y en su derroche de genialidad afirma que Judas le mandó un Marconi muyurgente solicitando su ayuda, diciéndole: “Estimado compadrito, necesito de su ayuda mándeme de allá una viuda porque estoy aquí muy solo Salúdeme a Juancho Polo, recordándolo San Judas”.

Vino a mi mente la precitada canción a propósito de la final del Mundial de Fútbol, en la cual, contrario a lo que piensa la gente, no solo se está definiendo quien tiene la supremacía en el fútbol del mundo en los actuales momentos entre Argentina y Alemania si no cuál de los dos Papas, me refiero al Emérito (Benedicto XVI) o el verdadero (Francisco) tiene más influencias en el cielo razón por la cual ese partido del domingo es de pronóstico reservado, pues nadie sabe para dónde se inclinaran los mayores afectos del Altísimo en su sabiduría.

En la disputa clasificatoria, siempre dije que Holanda a pesar de su verraquera, y Brasil con toda su historia y pelea a bordo no tenían nada que hacer porque a todos dos les faltaba lo que sus contendores tenían, un crak cada uno, un Papa que por si solo ante lo que hubiera que afrontar en la cancha es como si se tuviera un para rayos en la casa, porque ni la velocidad de los colorados Holandeses, ni la fuerza bruta de la que ha hecho gala el equipo Brasilero en este campeonato podían superar jamás la fuerza silenciosa de la oración del Papa Benedicto en su retiro espiritual y el más humilde de los Papas, Francisco, encarapitado en la silla de Pedro.

En el caso del equipo carioca hay un ingrediente adicional e irrefutable para que mal terminara, los pecados se pagan porque la eliminación de Colombia además de inmerecida por la forma en cómo se produjo no tiene perdón de Dios y como él esta tan ocupado y todo no se le puede dejar a él para que cuando Scolari y Compañía llegaran allá, del castigo se encargaron los monos Alemanes; esa vaina me hace acordar que cuando estaba muchacho y jugábamos boliche en Monguí cuando alguien hacía trampa y a pesar de ser descubierto no lo reconocía siempre decíamos “Vamos a dejarlo así que la picardía sale”, y así era, el bellaco siempre terminaba perdiendo.

Estamos entonces ante una final inédita en la historia del fútbol, porque dos Papas que yo sepa nunca se habían enfrentado de tú a tú para decidir definitivamente quien es el Campeón, claro, estoy seguro que Evaristo, mi hermano Sacerdote de la orden Capuchina, dirá que él está seguro que quedará un solo campeón… DIOS

Categories: Columnista
Luis Eduardo Acosta Medina: