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Discusión entre indígenas dejó uno herido

Diomedes de Jesús Mejía Medina podría perder la mano derecha al resultar herido con un tiro de escopeta que le propinó un indígena de la etnia yukpa.

Mejía Medina de 31 años pertenece a la etnia arhuaca y reside con su familia en el barrio Nueve de Marzo de Valledupar, donde sostuvo una discusión con otro nativo quien le disparó con el arma de fabricación artesanal calibre 16.
“Yo estaba en la casa lavando cuando uno de mis hermanos me dijo que le habían pegado a Diomedes, cuando salí a buscarlo le vi la mano herida”, dijo Maribel Mejía Medina, en las afueras de la clínica Santa Isabel donde fue ingresado de urgencias su hermano Diomedes.

Los hechos ocurrieron al mediodía de ayer en el sector ubicado en la margen derecha del río Guatapurí, lugar donde llegaron las autoridades en busca del presunto responsable de las heridas causadas a Diomedes Mejía. El sospechoso huyó.
“Diomedes me contó que fue a buscar un hielo donde la vecina, al no encontrarlo fue a otro lado y se encontró al yukpa que estaba en la carretera con una escopeta. El yukpa lo amenazó y Diomedes le dijo que tuviera cuidado con el arma, cuando él quiso dar la espalda fue que le disparó en la mano”, manifestó Maribel Mejía.
Supuestamente la discusión inició por celos de parte del indígena yukpa, sin embargo, las autoridades indicaron que todo se debió a un acto de intolerancia.
“Desde hace un tiempo el yukpa estaba celando a mi hermano con una muchacha del barrio, él creía que mi hermano iba a molestar a la muchacha. El yukpa asegura que ella es su novia”, agregó Maribel Mejía.
Entre tanto a Diomedes de Jesús Mejía Medina, los especialistas lo ingresaron a la sala de cirugía para removerle los perdigones incrustados en la mano y en el antebrazo derecho.
“Está muy mal, tiene toda la mano dañada, pensamos que ya no la pueda usar porque la tiene vuelta nada”, indicó Maribel Mejía, quien al cierre de esta edición aguardaba en las afueras del centro asistencial a la espera del parte de salud de su hermano.
De la víctima se conoció que trabajaba vendiendo tintos en Valledupar y que era reconocido en el barrio Nueve de Marzo como una persona sociable y amable con todos, características que según Maribel Mejía Medina, fueron mal interpretadas por el indígena yukpa que le habría causado la herida por arma de fuego.

“Allá en el barrio a mi hermano todo el mundo lo conoce que es una persona que se da a conocer y es amable con las personas, tal vez por eso fue que lo estaba celando el yukpa”, dijo Maribel Mejía.

Redacción EL PILÓN

Categories: Judicial
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