“Yo iré delante de ti y enderezaré los lugares torcidos…” Isaías 45:2.
Frecuentemente, todos nos tenemos que enfrentar a situaciones que parecen imposibles, que nos desalientan y nos hacen pensar que las cosas nunca funcionarán. La promesa del epígrafe sostiene que Dios va delante enderezando nuestros lugares torcidos. Dios va delante preparando lo que necesitamos: las conexiones correctas, los avances y las oportunidades correctas.
Dios va delante, preparando el siguiente capítulo de nuestra vida; si permanecemos en fe y mantenemos la actitud correcta, entraremos en un mayor nivel de victorias y satisfacción porque Dios va delante y él peleará nuestras batallas, será quien nos reivindique y haga enderezar nuestros errores. Insisto, si nos mantenemos en el camino y seguimos haciendo lo mejor que podemos, veremos la mano de Dios obrar de maneras sorprendentes.
Cuando el pueblo de Israel se alistaba para pasar el Jordán y entrar a poseer la tierra, Dios les advirtió que se enfrentarían a naciones más numerosas y poderosas que ellos; pero a pesar de eso, sería él mismo, el Señor su Dios, quien pasaría delante de ellos como fuego consumidor y pelearía por ellos y destruiría y humillaría a sus enemigos, para confirmar la palabra que había jurado a sus padres Abraham, Isaac y Jacob.
Amados amigos lectores, puede parecer que estemos enfrentando situaciones imposibles, las personas con las que nos enfrentamos son más poderosas, o tengamos problemas de salud, dificultades económicas o demandas legales. Puede parecer que no tengamos oportunidad de avanzar, pero hoy Dios nos dice lo mismo que le dijo al pueblo de Israel: “El Señor tu Dios irá delante y se ocupará de tus enemigos”.
Mi invitación sincera es a ponernos de acuerdo con Dios, que hagamos uso de la fe y desechemos esos obstáculos que intentan detener nuestro avance. En su nombre, lograremos avanzar, recuperaremos la salud, lograremos los sueños, pagaremos las deudas, venceremos la adicción, porque el Dios todopoderoso irá delante peleando nuestras batallas y enderezando los lugares torcidos.
De cara al inmenso desafío de la conquista de la tierra prometida, Dios le pide a Josué que se esfuerce y sea valiente, mientras él luchaba en su lugar. Mientras nos esforcemos en nuestro diario vivir y honremos a Dios, el viento soplará a favor nuestro y la mano de Dios estará sobre nosotros, porque él es fiel a sus promesas.
Dios es omnisciente y puede ver el cuadro completo de nuestras vidas. Conoce cada revés, cada desengaño y cada peligro. Por eso, irrumpe desde la eternidad al tiempo, y se cruza delante de nosotros para asegurarse que siempre estemos en el lugar correcto en el momento correcto. Ah… por supuesto, la travesía no será suave, el camino puede ser tortuoso, pero la llegada siempre será segura.
Les animo a que tengamos confianza, Dios no solamente está luchando nuestras batallas, sino que también está preparando las personas, los avances y las oportunidades correctas. Al igual que con Josué, Dios cruza delante de nosotros y prepara la solución a nuestros problemas para ayudarnos a cumplir nuestro destino mucho más rápidamente de lo que pensamos.
Jesús mismo, nuestro Señor, en la parábola del Redil, promete que siempre irá delante de sus ovejas; y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. ¿Acaso somos ovejas de su prado? Entonces, ¡nadie nos podrá arrebatar de su mano! ¡Él abre camino en el desierto y ríos en la tierra estéril!
Abrazos en Cristo y adelante con valor porque Dios es amor.