La problemática de la deserción escolar es uno de los factores que deben combatir las autoridades en el país, dado que al 17 de enero de este año, existen 1.199.945 niños que no están asistiendo a los salones de clases. De estas cifras, el Cesar aporta algo más de 8.000.
En ese sentido, las directivas de la educación en este departamento renovaron el contrato con la Diócesis de Valledupar, para garantizarle el proceso educativo durante el 2014, a unos 10.000 menores y adolescentes asentados en las zonas consideradas de difícil acceso.
En lo concerniente a Valledupar, el convenio se viene realizando desde hace siete años y beneficiará a 1.500 alumnos, luego de una inversión de 2.000 millones de pesos, que estará distribuida para instituciones educativas de 20 y 30 estudiantes; la sede más grande es la del corregimiento de Villa Germanía, donde se forman más de 200 alumnos.
Por su parte, la Gobernación del Cesar atenderá 8.508 educandos de 18 municipios, establecidos en 26 centros educativos, que se han visto beneficiados hace más de diez años tras la unión de la iglesia y el departamento. La inversión del contrato es de 12.000 millones de pesos.
“La determinación de este contrato es muy valiosa para nosotros, porque la Diócesis nos está prestando un buen servicio desde hace muchos años, con hechos fundamentales en el proceso educativo que estamos haciendo en las 40 instituciones del municipio”, afirmó el secretario de Educación, Asdrúbal Rocha Lengua.
Mientras tanto, el director de la sectorial en el Cesar, Jorge Eliecer Araújo Gutiérrez, declaró “nos sentimos contentos y felices, porque después de tantos años, el programa con la Diócesis se inicia a la par de las clases. Quisimos hacerlo con píe derecho y así lo hicimos”.
Uno de los compromisos que pidió Monseñor Óscar José Vélez Isaza, a los docentes que harán parte de la contratación, es hacerle seguimiento al proceso educativo de los estudiantes, y hacerlos sentir bien dentro de las escuelas.
“La calidad hay que brindarla desde el principio, hay que luchar por una buena calidad educativa en el Cesar, y esa se debe trabajar con esfuerzo por los profesores”, manifestó el director de la curia.
Enfatizó que se debe trabajar en cuatro campos específicos: humano, para formar mejores personas; mejores ciudadanos, inculcar amor a Colombia y la preocupación por los grandes desafíos como la paz; mejores estudiantes, calidad que oxigene a los alumnos; y mejores cristianos, para enseñarles a convivir y a no ser agresivos; no importa el tipo de creencia religiosa.
Con el ingreso a clases el próximo lunes 3 de febrero, los gobiernos municipal y departamental, pretenden asegurar la educación en todas las zonas del Cesar con programas educativos, mejoras en las infraestructuras de las instituciones, entrega de kit de aseo y deportivo a cada estudiante.
Como novedad este año, la Diócesis no se encargará de administrar la alimentación a los escolares, y lo hará una operadora diferente, comentó Monseñor.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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