Por: ANNELISE BARRIGA / EL PILÓN
annelise.barriga@elpilon.com.co
En un documento de 93 páginas, diez mujeres campesinas del Cesar, víctimas sobrevivientes de violencia sexual durante los años más sanguinarios del conflicto armado en la región, se atrevieron a vencer el miedo y contaron su testimonio.
El informe titulado ‘Violencia sexual en el Cesar, una aproximación a los patrones de victimización’ fue dejado en manos de la comisionada en Asuntos de Género, Alejandra Miller Restrepo. La intención del documento es contribuir a esclarecer lo que realmente ocurrió a las mujeres y a la población LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales) durante cincuenta años de guerra en el Caribe y en el país entero.
“No solo estamos hablando del abuso que vivieron muchas mujeres y muchas personas LGBTI en el marco del conflicto armado, sino de otras formas de violencia sexual…”
“Uno de los puntos del mandato de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, CEV, es analizar todos esos hechos que generaron ese tipo de victimización en la población colombiana, y por supuesto, uno de ellos es la violencia sexual, pero la estamos trabajando desde una perspectiva ampliada. No solo estamos hablando del abuso que vivieron muchas mujeres y muchas personas LGBTI en el marco del conflicto armado, sino de otras formas de violencia sexual, como por ejemplo, el uso de los cuerpos de las niñas para sacar información por parte de cada uno de los bandos o los abortos forzados, entre otros”, manifestó Miller Restrepo.
Enfatizó en que esta es una gran oportunidad para contarle al país qué pasó: “Así que esperamos que a partir de estos múltiples testimonios que esperamos recoger con las organizaciones con las que estamos trabajando podamos establecer además de los patrones que estuvieron detrás de toda esa violencia sexual, los territorios en los que ocurrió, quiénes fueron los actores y poder avanzar hacia esas recomendaciones que necesita el país”.
La comisionada en Asuntos de Género dijo que las voces de las víctimas son fundamentales para esclarecer lo que de verdad ocurrió durante el conflicto armado con las mujeres y agregó que “si hay un crimen, una atrocidad que los responsables no reconozcan, es la violencia sexual, por eso es valioso el testimonio de estas valientes víctimas del Cesar, porque sin el nada de esto saldrá a la luz”.
Sustentó: “En la Comisión estamos muy interesados en conocer el porqué de la violencia sexual, por qué sucedieron esos actos de violencia sexual, qué había detrás”. Y sostuvo que también se trabaja en una tarea, algo difícil, como es lograr que los responsables cuenten su parte de la historia “para poder indagar en esas razones que todavía le debemos al país”.
Un grupo de mujeres del Cesar entregó un informe que recoge casos de víctimas de violencia sexual ocurridos durante los años más crueles del conflicto armado en esta región. Un aporte fundamental para comenzar a construir la verdad alrededor de este crimen de lesa humanidad.
Por su parte, las mujeres que contribuyeron a construir este testimonio que ahora evaluará la Comisión dijeron que es una contribución con la verdad que el país reclama, “para que se sepa la verdad y perdamos el miedo de contarla”.
Otra de las víctimas que entregó su testimonio dijo que confían en que se esclarezca todo lo que sucedió durante esos años de dolor y angustias. “Hay cosas ocultas, pero esta es la gran oportunidad de decir lo que ocurrió y seguir adelante”, manifestó.
¿Qué hace la Comisión de la Verdad?
Alejandra Miller Restrepo dirige el grupo de género de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no Repetición, CEV, que tiene como tarea investigar, analizar y visibilizar el impacto desproporcionado que el conflicto armado ha tenido en la vida de las mujeres y niñas, producto de la violencia que los actores armados han ejercido contra ellas. Esta feminista y defensora de los derechos humanos por más de 20 años contó pormenores de su labor.
“El tema de la transversalización lo trabajamos primero, en lo territorial, con enlaces que se encargarán de que en ese proceso de esclarecimiento y reconocimiento de las mujeres tengan una participación plena y activa. Cabe decir que hay varias formas de reconocimiento, uno a la dignidad de las víctimas, que significa no solo evidenciar lo que les pasó y lo que vivieron, sino también, lo que estas mujeres y sus organizaciones han hecho para sobreponerse a toda esta violencia. En estos reconocimientos a la dignidad de la víctima, no necesariamente los responsables están presentes o hablan, ese es otro tipo de reconocimiento que es mucho más difícil de tejer porque sabemos que la violencia sexual ha sido muy silenciada y no admitida por los responsables, entre otras cosas, porque ha sido normalizada y poco reconocida como delito”, acotó.
Sustentó: “Esperamos llegar en algún momento a un escenario de reconocimiento por parte de los responsables de esa violencia sexual como un patrón que se utilizó en la guerra. Y lo otro, es el objetivo de convivencia, que es aún más difícil, ya que este apunta no solo a víctimas y responsables dentro del conflicto armado, sino que además, debemos intentar que la Comisión deje sembradas algunas semillas en torno a la resolución de conflictos y la transformación de la cultura que nos ha llevado a esta espiral de violencia contra las mujeres”.
Aseguró que en el 2019 se van centrar en el tema de recolección de información, tanto primaria como secundaria, así que van a ser muy importantes todos los testimonios que las mujeres les den, junto con los informes que las organizaciones nos entreguen. En el 2020 se centraran en el tema de análisis de patrones e hipótesis, tanto desde los territorios como desde la ciudad. En el 2021 proyectan tener el informe final.