Una alimentación que garantice las cantidades necesarias de nutrientes, vitaminas y proteínas que el organismo requiere para funcionar, es la recomendación en la que coincidieron ayer los expertos en nutrición, en el marco del Día Mundial de la Alimentación.
Antonia Carretero, líder de la dimensión Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Secretaría de Salud del Cesar, explicó que es importante que la persona tenga una alimentación saludable, la cual debe ser en un horario establecido; comer despacio, de tal manera que se mastique adecuadamente los alimentos; consumir de ocho a diez vasos de agua al día; seleccionar alimentos ricos en proteína como fríjoles, carnes, huevo y leche; evitar las comidas grasosas y fermentadas (las que quedan de días anteriores deben evitarse, hay consumir los alimentos lo más frescos posible.
“La alimentación debe ser de acuerdo a la edad de la persona. Si es un niño las porciones deben ser más pequeñas que las de un adulto para evitar la obesidad. La Organización Mundial de la Salud tiene un lineamiento específico: que uno debe consumir al día entre tres a cinco porciones de frutas e incluir verduras en el almuerzo y cena”, manifestó Carretero.
Agregó que si la persona tiene una patología específica como diabetes debe de cuidarse de los carbohidratos como harinas y cereales. La que no es diabética debe consumir moderadamente. “No es que las harinas sean malas, sino que muchas veces exageramos en la cantidad”, subrayó.
Además de los buenos hábitos alimenticios, para evitar las enfermedades crónicas y degenerativas, se debe complementar con actividad física. La Organización Mundial de la Salud establece que se debemos practicar treinta minutos diarios de cualquier actividad física.
Acerca de la conmemoración
El 16 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Alimentación, proclamado en 1979 por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO. Su finalidad es concientizar a los pueblos del mundo sobre el problema alimentario mundial y fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre, la desnutrición y la pobreza.
La FAO indicó que uno de los mayores problemas relacionados con el cambio climático es la seguridad alimentaria, donde los más afectados son los agricultores y pescadores por las altas temperaturas y el aumento de la frecuencia de desastres relacionados con el clima.
Al mismo tiempo, destacó, la población mundial crece de manera constante y se espera que llegue a nueve mil 600 millones de personas en 2050.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN