Los accidentes de tránsito son uno de los principales problemas sociales que cada año enfrenta el Gobierno nacional. Sin embargo, en algunas regiones la siniestralidad se vuelve más recurrente que otras zonas del territorio nacional, como es el caso del departamento del Cesar que a poco de que termine el año lleva en aumento las víctimas por accidentes de tránsito.
El último reporte preliminar del Observatorio Nacional de Seguridad Vial, ONSV, indicó que hasta el pasado mes de septiembre un total de 229 personas murieron por accidentes en el departamento, es decir, 11 víctimas más que en el año 2021 que para la época llevaba registrado 218 muertes.
Los usuarios que más han aportado a las cifras son los motociclistas con 137 víctimas, seguidos por los usuarios de vehículos con 55, tercero los peatones con 23 y cuarto los usuarios de bicicleta con 14, aunque existe otro porcentaje muy mínimo de víctimas cuya información es desconocida por las autoridades.
Valledupar por su condición de ciudad capital, y otras problemáticas, se convirtió en el municipio más accidentado en el departamento. La ONSV informó que lleva 52 víctimas por siniestros.
La ciudad ha registrado aumentos en mortalidad vial al igual que en los municipios de Agustín Codazzi (con 21 víctimas), San Alberto (17), El Copey (12), Chiriguaná (10), El Paso (8), Becerril(8), Chimichagua (6), Tamalameque (6), Gamarra (2), Manaure (2), y San Diego (5).
Mientras que otros municipios como Aguachica pese a llevar 22 víctimas este año va en disminución en comparación del anterior que para la misma fecha registró 31 casos; asimismo, Pelaya lleva 3 de las 5 que tenía el año pasado.
Los ciudadanos más afectados son los que están entre las edades de 18 a 31 años, uno de los rangos más productivos del ser humano en la sociedad.
No obstante, ese panorama no es distante al que se vive en el territorio nacional donde 5.838 personas han muerto por accidentes de tránsito, 692 víctimas más que en el 2021.
Según los expertos, las cifras en los territorios responden a la necesidad de tratar la seguridad vial como un fenómeno que involucra a todos los entes y colectivos de la sociedad.
“Desde el ámbito de la salud pública, estamos convencidos de que las ciudades y los territorios seguros se logran con la colaboración mancomunada de entidades públicas y privadas, la academia, la sociedad civil, y su capacidad de materializar planes y programas para así alcanzar los mayores niveles de bienestar físico, mental y social de las comunidades”, manifestó Gina Tambini Goméz, representante de la Organización Panamericana de Salud en Colombia.
El director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Juan Carlos Beltrán, por su parte, aseguró que están poniendo en marcha herramientas para proteger la vida de los actores viales.
“A estas herramientas se suman actividades para generar consciencia y cultura sobre la seguridad vial. La responsabilidad es de cada uno, somos corresponsables de nuestra seguridad vial y la de los demás”, precisó Beltrán.
Los pronunciamientos los hicieron a propósito de un encuentro de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud con el Ministerio de Transporte de Colombia, la Agencia de Seguridad Vial y la Iniciativa Filantrópica Bloomberg, con el fin aunar esfuerzos para enfrentar los índices de accidentalidad.
Esto en el marco del Día Mundial de las Víctimas por accidentes de Tránsito que se conmemora todos los 20 de noviembre.