Desde 1972, el 18 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Protección de la Naturaleza; esta fecha se eligió para dicha celebración debido a unas palabras pronunciadas por el general argentino Juan Domingo Perón ese mismo año, en las cuales alertaba sobre “la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología”.
Razón por la cual, la fecha busca concienciar a las personas para poder revertir los daños ocasionados a la naturaleza, con el fin de dejar un mejor espacio a las futuras generaciones. Frente a esta celebración tan importante, EL PILÓN dialogó con los ambientalistas de Valledupar para conocer el estado actual del ecosistema, las políticas públicas que se están implementando y, sobre todo, que pueden hacer los vallenatos y demás personas para preservar la naturaleza.
A esto respondieron que la ciudad no es ajena a la realidad ambiental del país y que es de amplio conocimiento que, a pesar de la legislación ambiental vigente, se padece las inclemencias de la destrucción de nuestra riqueza natural. “En Valledupar podemos evidenciar ese daño ambiental hacia la naturaleza en el cerro Hurtado/Minakalwa que lo quieren urbanizar, en el Humedal El Eneal que lo están destruyendo, en el río Guatapurí por la contaminación y pérdida de la ronda hídrica, consecuencia de los vertimientos de Aguas Residuales Domésticas y la disposición de Residuos de Construcción y Demolición en su margen derecha, la deforestación en la Sierra Nevada de Santa Marta y los basureros a cielo abierto distribuidos por toda la ciudad”, afirmaron.
IMPORTANCIA DEL RESPALDO ESTATAL
Eudis de León, cofundador del Foro Ambiental del Cesar indicó: “Si bien es cierto, en Valledupar existen en el papel algunos lineamientos en materia ambiental, tales como, el POMCA del Rio Guatapurí que contiene una serie de planes y proyectos tendientes a proteger el rio, o el Acuerdo 032 de 1996 del Concejo de Valledupar que protege el cerro Hurtado/Minakalwa y el cerro La Popa, e incluso hay un aparte en el plan de desarrollo municipal del actual alcalde sobre la temática ambiental. Sin embargo, todo lo anterior queda en el papel y no se crean mecanismos efectivos de protección de la naturaleza por parte de las autoridades competentes”.
Además, aseguró que la sociedad civil en general puede ayudar a preservar la naturaleza organizando equipos para exigir a las autoridades competentes que se ejecuten las políticas. Sin embargo, es importante que se generen propuestas, diálogos y acciones en favor de la riqueza natural. Es decir, dirigir esfuerzos para que el desarrollo humano sea compatible con la protección del entorno.
“Hay que despertar. Los tiempos han cambiado y el modernismo acompañado del consumismo irresponsable incrementan la problemática. Debemos poner los pies sobre la tierra e interesarnos por saber qué causa daño a la naturaleza, hay mucha información por todos lados y no hay peor ciego que el que no quiere ver. La invitación es a dejar el egoísmo y pensemos más en nuestros niños y la naturaleza que les queremos dejar”, aseveró la subdirectora de la Escuela Ambiental del Cesar, Carolina Vargas.
HAY QUE RESPETAR LOS DERECHOS DE LA NATURALEZA
Vargas Señaló que las leyes ambientales en la ciudad están creadas, pero todas se quedan en el papel, por lo que asegura que se debe implementar y trabajar fuertemente en la educación ambiental. “Solo es cuestión de voluntad, constancia y encontrar la fórmula para invitar a la ciudadanía a cambiar el chip”, aseguró.
Por su parte, el economista y político ecuatoriano Alberto Acosta argumentó hace un tiempo en un medio de comunicación del país vecino: “La naturaleza o ‘Pacha Mama’, donde se reproduce y realiza la vida tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos. Toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir a la autoridad pública el cumplimiento de los derechos de la naturaleza”.
Por: Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN