En Colombia existe un día para cada cosa y por ese hecho poca atención tienen las celebraciones o conmemoraciones. Sin embargo, el Día de la Afrocolombianidad merece un capítulo aparte, porque es la oportunidad de reconocer el aporte de las comunidades afrodescendientes en la construcción de mejores ambientes en los territorios donde habitan.
Con la Ley 725 del 2001, el Congreso de la República decretó el 21 de mayo como el Día de la Afrocolombianidad para recordar el 21 de mayo de 1851 cuando el presidente de la República de ese entonces, José Hilario López, firmó el decreto de abolición de la esclavitud en el país.
Son 166 años los que cumple este decreto que reconoció los derechos de los afrodescendientes en Colombia. Atrás dejó la discriminación, explotación y maltrato de las personas de piel negra. Resaltamos el mes de mayo como el mes de la Herencia Africana, el Mes de la Herencia Afrocolombiana de las comunidades negras, raizales y palenqueras del país.
En Valledupar la libertad de los esclavos tuvo como epicentro la emblemática Plaza Alfonso López, y precisamente ahí la administración municipal hizo un evento con miembros de los diferentes Consejos Comunitarios y Organizaciones Afrodescendientes del Municipio de Valledupar, en conjunto con la Unidad de Víctimas Regional Cesar, el Departamento para la Prosperidad Social, el Sena y el ICBF.
Los corregimientos de Valledupar en su mayoría son habitados por afrodescendientes y hoy queremos destacar el empuje de comunidades como Los Venados, El Perro, Guaimaral, Río Seco, Guacoche y Guacochito, donde sus organizaciones sociales han dado muestra de unión y trabajo para lograr el bienestar de su territorio.
Un ejemplo que debe destacarse es el del Consejo Comunitario ‘Los Cardonales’ de Guacoche, que en medio de la diferencia pudieron sacar adelante un complejo difícil de reparación colectiva. Las comunidades afrodescendientes van adelantados en reconciliación, en perdón, en trabajo en equipo, en ayudar al prójimo, que son los componentes que necesitan poner en práctica todos los colombianas en el posconflicto en el que estamos.
La experiencia de los pueblos afrodescendientes es un modelo digno de emular y para ellos no será difícil participar en ese proceso de reconciliación y de construcción de un mejor país. Según cifras de la Unidad de Víctimas, el 9.67% de la población víctima en Colombia es afrodescendiente (en el Registro Único de Víctimas hay 813.080 población víctima entre negra, afrocolombianos, raizal y palenquera).