Hoy se celebra el Día Internacional del Trabajador, fecha constituida en la mayoría de países desde el 1 de mayo de 1886 cuando sindicalistas anarquistas fueron ejecutados en los Estados Unidos por liderar protestas, en busca de lo que es en la actualidad la jornada laboral de 8 horas. A partir de ese momento los derechos de los trabajadores empezaron a ser respetados.
Sin embargo, con el pasar de los años la historia de los trabajadores ha recorrido un largo camino con altos y bajos, distintas luchas se han gestado para que esos derechos no sean vulnerados y por el contrario cada día sean respetado y mejorados.
Si nos trasladamos a la actualidad nos encontramos con la pandemia que actualmente se está viviendo a causa de un virus inesperado que ha tocado todos los sectores de la sociedad y el laboral no ha sido la excepción, dejando a millones de personas desempleadas en el mundo, Colombia y por supuesto Valledupar.
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El reciente informe del Departamento Nacional Administrativo de Estadística, DANE, a corte de este 30 de abril de 2021, reveló que la tasa de desempleo del recién pasado marzo se ubicó en el 1.2%, lo que significa un incremento de 1.5 puntos porcentuales en comparación a 2020, cuando iniciaba la pandemia.
Esta realidad a nivel nacional es más cruda para las mujeres, ya que el desempleo en ellas se fijó en el 18,8%, mientras que el de los hombres fue del 10,9%.
En este mismo sentido, la entidad indicó que en las 13 primeras ciudades capitales y áreas metropolitanas la tasa de desempleo en mujeres fue del 20,0% y en hombres del 14,1%, respectivamente.
Para febrero de este 2021, el DANE también reveló que para Valledupar la tasa de ocupación de las mujeres fue del 35%, contrario de los hombres que está en un 56%, porcentajes que demuestran el aumento de la brecha de género en un 20,8%, lo cual dificulta el ingreso de la mujer en el campo laboral.
Esta pandemia ha llevado a las mujeres a estar desempleadas porque perdieron sus puestos de trabajo o porque les tocó dejarlo para encargarse de los quehaceres del hogar y cuidado de los niños.
HISTORIAS
Hay otras féminas que han tenido que aprender a combinar el trabajo laboral con el doméstico; tal es el caso de Laura Martínez, quien desde su hogar se dedica al teletrabajo. Todos los días esta mujer de 32 años se despierta a las 6:30 de la mañana y comienza su rutina.
Foto: Joaquín Ramírez.
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Pese a que al inicio de la pandemia quedó desempleada, a los pocos meses consiguió un trabajo de medio tiempo (teletrabajo), lo cual le permitió tener nuevamente ingresos para su hogar, conformado por su esposo y dos pequeños hijos. Sin embargo, nunca se imaginó lo difícil que sería hacer todo al mismo tiempo; es decir: trabajo, quehaceres del hogar, atención y cuidado de los niños, sin contar con las clases virtuales que debe ayudar a su hijo de 7 años.
“Desde que empieza el día no descanso a pesar que tengo una persona que me colabora medio tiempo en casa. Cuando se trabaja en el hogar uno nunca logra desprenderse por completo porque es imposible no distraerse con cualquier cosa que suceda. Además del cuidado de mis hijos me encargo yo, como del baño y de la comida”, relató Laura.
También dijo que hay días que su cansancio llega al límite, sin querer otra cosa que descansar, pero los compromisos financieros no le permiten renunciar.
“A pesar que mi esposo trabaja la situación está difícil para todos. A mediados del año pasado quedé desempleada por unos meses, luego conseguí un trabajo de medio tiempo y ahora tengo uno de tiempo completo en una agencia de cobros bancarios, por lo que durante todo el día hablo por teléfono desde las 8:00 a.m., hasta las 5:00 p.m. Si me preguntas si es difícil, te digo que sí; confío en Dios que la pandemia pueda superarse lo más pronto posible y que todos volvamos a la normalidad porque los niños en los colegios o con cuidadores es algo de mucha ayuda para una mujer trabajadora”, subrayó Martínez.
Un caso no muy lejano es el de Estefany Yépez, una esteticista madre de dos niñas de 4 y 7 años respectivamente, a quien le toca dejarlas en diferentes lugares para ir a trabajar de 8:00 a.m., a 6:00 p.m.
Foto: Joaquín Ramírez.
“Muy temprano en cada mañana hago todo para mis hijas: su comida, las baño y las dejo listas; a una la llevo a estudios dirigidos y a otra a casa de una tía donde la cuidan mientras yo trabajo, pero todo el día llamo continuamente para saber cómo se encuentran, es quizás lo más difícil de trabajar fuera de casa, no estar tiempo completo con ellas, sin embargo, los fines de semana aprovecho para compartir”, detalló.
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Estefany al igual que muchas mujeres también quedó desempleada por el confinamiento en el 2020, fueron cuatro meses que estuvo en su casa a la espera que la volvieran a llamar. Por fortuna recuperó su empleo y no hace parte de las cifras que reflejan el desempleo en mujeres a causa del covid-19, según el DANE.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN