El domingo 12 de mayo se celebra el Día de las Madres, una fecha para rendir homenaje al ser más maravilloso del mundo, que día tras día se esmera para alcanzar sus sueños y ayudar a construir los proyectos de vida de los demás.
Médicas, docentes, ingenieras, cantantes, enfermeras o ‘gerentes del hogar’, como muchas han manifestado, son algunas de las profesiones que las madres cumplen sin esperar nada a cambio, por eso, deben ser valoradas, respetadas y exaltadas todos los días del mundo.
Teniendo en cuenta esta fecha especial, EL PILÓN rinde tributo a las madres vallenatas en su día y extiende una invitación a sus lectores para que su labor invaluable sea apreciada.
Cantante, pintora y madre: el multifacético mundo de Margarita Doria
Cantante, pintora, madre y esposa, son los roles que cumple la artista Margarita Doria Carrascal, conocida por ser ganadora del Festival de la Leyenda Vallenata en el concurso de Canción Inédita. Doria inició profesionalmente su carrera desde hace 10 años, siendo una de las figuras del vallenato femenino en la actualidad.
Durante su carrera ha hecho varias giras a nivel nacional que la han obligado a alejarse de su hogar y a dejar a su hijo Hugo a cargo de otros familiares, siendo este uno de los desafíos más grandes que le ha tocado enfrentar y como madre aún no ha podido superar, pero ve en él una motivación para seguir adelante y cumplir sus sueños.
“Cuando me toca irme de viaje y de gira dejo a mi hijo en la casa, eso me da muy duro, no lo he vencido”, expresó. Al mismo tiempo, señaló que sus hijos son su inspiración y que como mamá ha aprendido a ser valiente y paciente.
“Mi hijo ha sido una gran inspiración y hay otra bendición en camino. Siento que son grandes motivaciones, no me gusta mucho decir: ‘Lo hago por ellos’, sino que en realidad son grandes motivaciones para uno seguir adelante con la vida, cada día trae su propio afán y tenemos que sacar adelante cada momento”, añadió.
Margarita Doria tuvo la dicha de grabar la canción ‘Pa arriba’ con su primer hijo Hugo, cuando tenía cuatro años de edad, quedando por siempre grabado ese emotivo momento en su memoria, logrando capturar un momento especial al incluir a su hijo en su oficio de cantante. A raíz de esa colaboración aprendió a brindarle espacios a su pequeño y a tener en cuenta sus ideas en los proyectos que lideran como familia.
“Trabajar con mi hijo es divertido porque tiene sus ocurrencias y cuando hicimos ‘Pa. Arriba’ todavía no había cumplido los cuatro años, estaba pequeño, y en la grabación fue súper juicioso. En el video se portó bien, pero no hacía lo que tenía que hacer, pero puso su granito de arena y sale bien lo que él dice. Darle la participación ha sido muy bonito porque aprendemos de él y no ha sido la única vez, he tenido oportunidades de ponerlo a cantar y se ha dado cuenta que es un medio de trabajo”, expresó.
Para celebrar el Día de las Madres, Margarita Doria lanzó el sencillo ‘Mi hijo adorado’, de su autoría, dedicado a sus hijos Hugo y al bebé que viene en camino, exaltando la labor de madre, que como ella lo define: inicia desde que los hijos están en gestación hasta el último día de su vida.
“Mi profesión de cantante, que amo y adoro, existió desde mucho antes de que quisiera ser mamá y voy a seguirlo siendo si Dios así me lo permite porque me encanta. El éxito de seguir avanzando en mi carrera artística y musical es porque pongo a mi familia y a mi hijo primero, ya lo que llegue por añadidura será bendición de Dios”, finalizó.
Rosa Angélica: la madre que hizo de la gastronomía el sustento para su hogar
Rosa Angélica Pedrozo Cárdenas es una de esas madres cabezas de hogar que con mucho trabajo y esfuerzo ha criado a su hijo y se ha sostenido económicamente en gran parte de sus 44 años, puesto que desde muy niña vendía diferentes productos para ayudar en el hogar.
Hace 20 años emprendió con su propia venta de ‘fritos’. Inició caminando por toda la carrera séptima de Valledupar, ofreciendo empanadas, papas rellenas, arepas, deditos, y desde hace algunos años se estableció en una esquina sobre la calle 21 con carrera 6 A, en el sector del tractor, donde ahora también despacha arroz de pollo o de cerdo, acompañado de fríjoles y otros alimentos.
Decidió vender comidas para poder tener tiempo para estar con Jesús, su hijo. Cuenta que la otra opción era trabajar en una casa de familia, realizando labores de limpieza, pero no la aceptaban con el niño y de todas maneras no tendría tiempo para dedicarle al menor, pues no tenía el apoyo del padre.
SU HIJO ESTÁ ORGULLOSO DE ELLA
Jesús hoy ya tiene 23 años y se siente orgulloso de su madre, pero Pedrozo cuenta que lo más difícil de la niñez fue “dejarlo solo en la casa” para poder salir a trabajar desde muy temprano. Por eso, hoy le dice a las madres primerizas “que se pongan en las manos del señor Jesucristo que él da la fuerza y la fortaleza para seguir adelante y luchar por los hijos”.
Y es que Rosa Angélica también ha participado en la crianza de otros jóvenes, según contó a EL PILÓN. “Me ha tocado colaborar con los hijos de mis hermanas, y con una niña que mi mamá crio y yo también la tuve”, recordó.
Cindy Bracamonte: de niñera de los hijos de Silvestre Dangond a ‘cuidar’ las oficinas de EL PILÓN
Cindy Julieth Bracamonte García, madre, esposa y trabajadora aguerrida que desde joven ha sabido sortear las pruebas que le ha puesto la vida. Entre ‘ires y venires’, tristezas y alegrías, la vida de esta mujer de 35 años ha tomado distintos matices.
Al poco tiempo de haberse graduado del colegio inició su vida laboral. Tenía 19 años cuando comenzó a trabajar y ganar su propio dinero para ayudar en su casa. Más adelante y gracias a la recomendación de su cuñado, llegó a trabajar a la casa de Silvestre Dandong y Piery Avendaño como la niñera de sus hijos, Luis José y posteriormente Silvestre José.
Sin embargo, faltando poco para cumplir sus 20 años se enteró que estaba esperando a su primer hijo, Jhon Carlos Rubio Bracamonte. Para ese momento Cindy tenía planes de irse para Estados Unidos a ‘probar suerte’, pero la noticia del embarazo la detuvo y dejó ese sueño atrás.
Pensó en interrumpir su embarazo, pues se sentía joven y quería irse a Estados Unidos, pero su hermana mayor habló con ella y decidió seguir adelante con la gestación. Afortunadamente, sus jefes (Silvestre y Piery) le brindaron apoyo y como si de un hijo más se tratara le regalaban a Cindy todo lo que necesitaba para recibir a su bebé.
Luego de trabajar por varios años en la casa Dandong Avendaño, Cindy quedó sin empleo debido a que el cantante y su esposa tuvieron que irse del país. Ella siguió adelante trabajando por su hijo y la familia que estaba construyendo junto con su esposo, con quien vive actualmente.
Tiempo después, el trío familiar se convirtió en cuarteto con la llegada de su hija, Valery Nicole Rubio Bracamonte. Cuando Cindy habla de sus hijos comenta que son su mayor orgullo y desea que puedan convertirse en grandes profesionales.
Desde hace cinco años Cindy ejerce las labores de servicios generales en la casa editorial de EL PILÓN. Llega a las cinco de la mañana para dejar todo limpio y en orden para recibir a periodistas y administrativos. Inicia limpiando el primer piso donde se encuentra la sala de redacción, la oficina de circulación y la recepción. Seguidamente pasa al segundo piso para ordenar el área de Recursos Humanos, atravesando la zona de diseño e ingeniería y las oficinas de contabilidad. Lo último que realiza es la limpieza del tercer piso; donde sacude y organiza el estudio de producción, el área comercial y de relaciones públicas para terminar con la gerencia.
En sus tiempos libres, a Cindy le gusta compartir con su esposo e hijos, es una mujer dedicada a su hogar. Sobre su futuro, comenta que desea poder estudiar derecho y lograr tener una casa propia.