Por: Claudia Nuñez
Por detrimento patrimonial entendemos el menoscabo, disminución, perjuicio, pérdida, uso indebido o deterioro de los bienes o recursos públicos, causándose de esta manera un daño patrimonial al Estado, es decir, en castellano, se produce un detrimento patrimonial cuando no se administran eficientemente los recursos del Estado ó cuando se utilizan para un fin distinto al que fueron concebidos ó destinados.
Lamentablemente en nuestra ciudad existen varios ejemplos en donde a todas luces se ha configurado un detrimento patrimonial en los recursos del Municipio, para la muestra varios deshonrosos botones. La construcción de la Galería ubicada en las antiguas bodegas del Idema, proyecto que pretendía ser el lugar en donde serían reubicados los vendedores ambulantes que ocupan los alrededores de la Galeria Popular en donde se invirtieron más de cinco mil millones de pesos y en el que hoy sólo existen unas columnas retorcidas por el óxido y que se las está comiendo la maleza, verdaderamente una vergüenza.
Otra perla, es nada más y nada menos, que el proyecto del Parque Lineal con monumento de Santo Ecce Homo incluido, en donde se invirtieron a través de la constitución de un Encargo Fiduciario con el Banco de Occidente miles de millones de pesos, el resultado? No podría ser más patético, unas obras inconclusas y las que se hicieron por falta de una adecuada planeación y diseño se las está llevando el rio y un monumento que se pudre ante la mirada impávida de todos nosotros, y cuando pensábamos que nada peor nos podía suceder, de manera irresponsable se comprometieron las finanzas del Municipio embarcándonos en un empréstito de 36 mil millones de pesos, que nos fue vendido como la panacea que resolvería los graves problemas en la prestación del servicio de agua por parte de Emdupar.
La realidad? Todos la padecemos diariamente, un precario e ineficiente servicio y en algunos sectores de la ciudad ausencia del preciado líquido. Estos casos y muchos más que muy seguramente se me escapan, encajan claramente en una conducta de responsabilidad fiscal y penal, lo triste? Es que los entes de control o las ías como se les conoce, no se han pronunciado con la contundencia que estas conductas dolosas requieren, la ciudadanía desconoce qué acciones han emprendido para resarcir el daño que se le ha causado al municipio de Valledupar, y mientras todos los días observamos ante nuestras narices cómo se han despilfarrado y mal utilizado los recursos que a todos nos pertenecen, los responsables siguen tan campantes como si nada. No hay derecho.