Sin importar que se trate de un campo santo, algunos habitantes de este corregimiento de Valledupar fueron sorprendidos derribando árboles en el cementerio del lugar para quedarse con la madera de manera ilegal.
En total fueron nueve árboles de maíz tostado, uno de olivo negro y otro de azar de la india, según reportó Fredys Tomás Fragoso Márquez, ingeniero agrónomo, adscrito a la Oficina Asesora de Planeación de Valledupar.
“Pudimos constatar en el cementerio una tala indiscriminada de unos árboles. Para esta tala no tenían permiso de Corpocesar ni de esta oficina”, expresó el funcionario.
El operativo para acabar con la deforestación en el campo santo estuvo a cargo de la Policía Ambiental en coordinación con la Corporación Autónoma del Cesar, Corpocesar y la oficina de Planeación Municipal.
Las autoridades investigan con qué fin estos árboles eran cortados sin las autorizaciones correspondientes y los responsables serían sancionados con la reforestación de por lo menos 30 plantas de las mismas especies afectadas.
El caso ha causado repudio entre los habitantes de esta población teniendo en cuenta el negativo impacto ambiental con la tala de los árboles que además son la principal fuente de sombra para quienes visitan las últimas moradas de sus seres queridos.
Por Martín Elías Mendoza
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