En el municipio de La Paz no hay agua. En algunos barrios no corre una gota por las plumas desde hace más de 40 días. Pero las autoridades explican que no es solo por el extenso verano en el que no llueve desde hace casi cuatro meses.
En La Paz no llega agua al tanque de almacenamiento porque en el recorrido del río decenas de agricultores y ganaderos desvían la escaza afluencia del rio Chiriaimo para regar sus cultivos o alimentar sus ganados. Así lo denunció el gerente de la Empresa de Servicios Públicos de La Paz, Orlando Cruz.
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“La Paz está pasando por una escasez de agua porque llevamos más de cuatro meses sin lluvia. El río prácticamente está seco y la falta de conciencia de los propietarios de finca ha hecho que la problemática se agudice. Con denuncia en mano me acerqué a Corpocesar para hacer las denuncias puntuales de todos los propietarios de finca que han desviado el río aun con la sequía”, señaló Araujo.
Sin embargo, en la Corporación, máxima autoridad ambiental del Cesar, según el gerente programaron la inspección para el 30 de abril. “No tiene sentido, porque el 30 de abril habrá agua. La sequía nos golpea es hoy. Necesitamos la presencia urgente de Corpocesar”, agregó el gerente.
Desde la entidad aseguran lo contrario. “Corpocesar no ha programado la visita técnica en relación a la denuncia del Señor Orlando Cruz para el día 30 de abril, información que es inexacta y pues no fue proporcionada por parte de la Corporación. La visita estaba programada para el día 30, 31 de marzo y 1 de abril, y así será llevada a cabo”, señaló Melissa Mendoza, jefe de la Oficina Jurídica.
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En La Paz la falta de agua ha impedido el desarrollo normal de la cuarentena. Cientos de personas deben salir a comprar agua, bañarse en el río o llenar los carrotanques. Según las autoridades locales la solución para que haya agua en el municipio está en que Corpocesar inspeccione el recorrido del afluente y quite las desviaciones.
Por otro lado, desde la Corporación informaron que ese sábado se envía una comisión de servidores para reunirse con los alcaldes de La Paz y San Diego, “con el fin de analizar la problemática, teniendo en cuenta que el río presenta un caudal muy bajo como consecuencia del verano y la sequía. Se buscará el apoyo de la fuerza pública para que hagan vigilancia y garanticen su curso normal en todo el trayecto del río”.
MAL DE MUCHOS CULPABLES
Según los cálculos, anteriormente el afluente de La Paz llenaba un tanque de almacenamiento en una hora y 40 minutos, ahora se necesitan hasta 13 horas porque el río se está secando y el agua que recibe cuando llueve en la parte alta, es desviada hacia los cultivos o ganados.
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Mientras el gerente de la Empresas de Servicios Públicos del municipio presentaba la denuncia, el único vigilante establecido en la cuenca del río debió caminar hora y media para desviar la acequia hecha por un ganadero. Pero ese no es el único problema.
Según explican los conocedores, la problemática inicia en el punto de captación donde algunos instalan mangueras, luego en el recorrido los desvíos del río Chiriaimo, sumado a la sequía que agobia a toda la región Caribe y ya en la cabecera municipal el problema es que muchas familias instalan turbinas y otras se conectan ilegalmente a las tuberías.
“Aquí hay barrios que tienen casi un mes de no ver el agua en las plumas. Nosotros los pacifico tenemos años comprando el agua de Valledupar para tomar”, señaló un concejal que prefirió guardar reserva de su identidad.
Para cubrir la falencia, se firmó un convenio con la Oficina de Gestión de Riesgo Departamental, el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del municipio y con el sector privado para que seis carrotanques distribuyan aguas en diferentes barrios del municipio.
Sin duda, la solución al problema del agua será clave para que el aislamiento social obligatorio en La Paz se pueda realizar sin la preocupación de que no hay agua que tomar o cómo lavarse las manos.
Por: Deivis Caro / EL PILÓN