Cada jueves por la noche, desde hace tres meses, un grupo de Policías y miembros de una fundación religiosa recorren las calles de Valledupar con el fin de intervenir con jornadas de salubridad, oración, alimentación a habitantes en condición de calle, que son más de 120 en la ciudad.
La mayoría de ellos, según las autoridades locales, provienen de ciudades como Medellín, Cali, Cartagena, Pereira y Palmira. De esta última población desapareció hace una década el joven Luis Alfredo, quien un día salió de su casa sin regreso programado.
La repentina decisión de Luis Alfredo fue tal vez involuntaria por su estado mental, puesto que al parecer, meses antes de su desaparición había estado bajo control psiquiátrico. Y aunque muchas veces anheló el regreso, nunca supo cómo llegar.
Sin embargo, luego de conocer un poco de su vida, la Red de Aliados para la Prosperidad de la Policía Nacional, tomó la iniciativa de contactar a su familia a través de la Policía de Cali, luego de conocer la dirección de la vivienda de este joven, quien fue el que suministró el dato.
Fue así, como dos de sus familiares (tía y hermano), llegaron hasta Valledupar con el fin de reencontrarse con Luis Alfredo, quien días antes recibió atención integral por las entidades antes mencionadas, que le brindaron alimentación, ropa, zapatos, le cortaron el cabello y otros detalles que lo hacían notar como era antes de desaparecer de su ciudad.
De esta manera, ayer por la mañana, el Comando de Policía Cesar, liderado por el coronel Faiber Hugo Martínez, ofreció una rueda de prensa donde se llevó a cabo la eventualidad conmovedora, que hizo sacar lágrimas a los familiares.
Y aunque Luis Alfredo sabía en el fondo que regresaría a casa, y en medio de su timidez y poca capacidad verbal expresaba su alegría, físicamente se notaba en shock, quizás porque había perdido las esperanzas del reencuentro, aquellas que nunca perdió su familia.
“El salió de la casa el 28 de agosto del 2005, hasta el domingo anterior supimos que estaba aquí en Valledupar. Nos sentimos felices, porque nunca perdimos las esperanzas y aquí está, de nuevo con nosotros”, dijo la tía de Luis Alfredo.
“Cuando estaba en la calle pensaba en mi familia, quería estar cerca, ya veía el tiempo de espera, aunque para mí era normal”, dijo Luis Alfredo, quien agregó que salió de Palmira al verse encerrado en su ciudad.
Por su parte, su hermano, Luis Alfonso Arango, dijo que sabía que Dios lo volvería a llevar al hogar. Recordó que Luis Alfredo era alegre, trabajador y presentaba algún problema psicológico, pero que está feliz y le agradece a todos por el proyecto que desea continúe.
En cuanto a este reencuentro, el patrullero Edwin Leguizamón, integrante de la Red de Apoyos de la Policía Nacional, aseguró “todo esto es un trabajo en equipo, le damos gracias a Dios y seguiremos trabajando”.
En Palmira, (Valle), los familiares y vecinos preparan su encuentro con Luis Alfredo, quien desapareció sin motivo alguno.
Por Merlin Duarte García/El Pilón
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