Por: Nurys Pardo Conrado
El grueso de los ciudadanos que votamos en el Cesar estamos desesperados, ansiosos y hasta optimistas, sólo queremos con un deseo inesperado que llegue el próximo 30 de octubre, ese día añorado se hace lento en su aparición, sabemos que aunque tarde llegará, pero no creamos que es para elegir a un nuevo gobernador o a muchos alcaldes, diputados y concejales, es para sustituir al actual mandatario regional y a todos aquellos que no han dado la talla, que le han quedado grande las expectativas que sobre ellos dejaron caer y terminaron robándonos las ilusiones, por aquí nada avanza, todo es lento, aun las promesas populistas que nos tendieron y lograron amarrarnos a sus redes.
Cada semana no es raro escuchar un nuevo escándalo, que cuando no es en la contratación, cae en la educación, en la salud o por lo general en casi todas las sectoriales, donde sin lucidez ni propósitos, se giran recursos los cuales con mucha suspicacia van a parar donde no deben, atendiendo que hemos inaugurado un nuevo estilo de financiar lo inoficioso sin mirar lo principal, pero lo más dañino es que no se tiene en cuenta a la gente de bien, la responsabilidad hace parte de la exclusión que entró en moda, dando origen al desorden que encontramos en todos los ámbitos, sobre todo hoy en que el país ha puesto sus ojos en los mejores hombres para hacerlos protagonistas del avance que necesitamos.
Una verdad de a puño es que, aquí en la región volteamos la tradición, antes ser Cesarense era una virtud cantada, hoy pensamos más de dos veces para identificarnos como nativos de estas tierras, aunque terminamos expresándolo nos ruborizamos porque cada vez nos estigmatizan más, esa simbiosis nace como producto de lo acontecido y no es más que la falta de ética de tantos que hemos creído capaces y resultaron desviados del guion que tenían que desempeñar.
Miremos algunos casos puntuales recientes como para no dejar rastros de evidencia, auscultemos las alianzas que en principio se hicieron con la base de la democracia, que fueron las mejores, pero sin saber ni por qué ni el cómo apareció la supresión de los idóneos, esos personajes nativos que forjaron en estas tierras lo bien hecho trayendo a los evadidos de responsabilidades, miremos la inflación del listado y giros que se hicieron a la educación criticada públicamente por el presidente, la salud es un desastre, los servicios y medicamentos se escrituraron a los hoy condenados para que fortalecieran sus bolsillos, por eso de sus altos rendimientos económicos, idéntica cosa sucedió con los amigos cercanos al establecimiento que estaban evadido de la justicia, sin embargo, también fueron beneficiados.
Están por terminarse cuatro años de caos, donde los cesarenses fuimos desconocidos y los pueblos ignorados, caso concreto La Paz con su avenida Ciro Pupo, el tramo vial Mandinguilla Chimichanga, la carretera el Zanjón Pueblo Bello, se dejó de hacer la conexión al gasoducto en la zona norte del departamento para la dotación de tan vital servicio a las comunidades, la esperanza fallida dada en San Martín y Chiriguaná donde los contratistassabidos consiguieron vitaminizar sus bolsillos y para más las asechanzas diabólicas de Inocencio Meléndez y otros avivatos que como los caza fortunas llegaron para hacer el festín conocido públicamente.
No hay otra causa para esperar lo que no va llegar, lo que si tenemos claro es que, las alianzas donde esté el personaje de marras no brindan esperanzas debido a que quien pone el ron en la parranda es quien impone las condiciones, entonces allí también dejará caer su inoperancia y llevará a sus embaucadores para que sigan engañando a los habitantes de las tierras del canto vallenato, hoy huérfanos de valores y dignidad, donde no queremos tener otros cuatro años de catástrofes y desolación.
Nota: Como madre tengo el corazón destrozado, regresamos a los tiempos de Herodes, se deja ver esto por la muerte del niño que apareció en las riberas del río Guatapurí, al cual se le truncó su vida, por el odio de esos oscuros personajes que sin saberse el cómo transitan con pasaporte de turistas por la ciudad, sin que autoridad alguna los aceche, no podemos la gente de corazón limpio dejar de elevar nuestra nota de protesta y de dolor ante semejante crueldad. Mi sentido pésame a los familiares y a los vallenatos la invitación a unirnos en favor de la paz que merecemos.
Nuris Pardo Conrado
nurispaco@hotmail.com