Ya es común en la ciudad la aparición de nuevos negocios de venta de alimentos procesados, cocinados y precocidos (restaurantes, asaderos, puestos de comidas, heladerías, panaderías etc), los cuales están por todos los sectores de la ciudad. De una parte, significa que la industria gastronómica ha ido en aumento y por ende, ha ayudado a generar empleo y a la canalización de ingresos a muchas familias que viven de ello, y eso está muy bien. Lo preocupante del asunto es que al tiempo que se observa el aumento de este tipo de negocios, también se nota un alto nivel de desconocimiento de las normas sanitarias que hay que cumplir, en razón a que la salud es un bien de interés público y en consecuencia, las disposiciones que regulan dicha actividad son de orden público. En este sentido, la Resolución No 2674 de 2013 que es la norma vigente aplicable a estas actividades, señala que ésta se aplica a: i) Las personas naturales y/o jurídicas dedicadas a todas o alguna de las siguientes actividades: fabricación, procesamiento, preparación, envase, almacenamiento, transporte, distribución, importación, exportación y comercialización de alimentos; ii) al personal manipulador de alimentos, iii) a las personas naturales y/o jurídicas que fabriquen, envasen, procesen, exporten, importen y comercialicen materias primas e insumos; además de señalar las condiciones básicas de higiene en la fabricación de alimentos tales como: Instalaciones, abastecimiento de agua, iluminación, instalaciones sanitarias, pisos, drenajes, paredes, disposición de residuos líquidos, disposición de residuos sólidos, ventilación, las condiciones generales de los utensilios y equipos, cadenas de frio, almacenamiento, entre otros aspectos. En cuanto al recurso humano utilizado, nos dice la norma que el personal manipulador de alimentos debe haber pasado por un reconocimiento médico antes de desempeñar esta función y tener formación en materia de educación sanitaria. En lo atinente a las prácticas higiénicas y medidas de protección, advierte la norma que toda persona mientras trabaja directamente en la manipulación o elaboración de alimentos, deben adoptar las siguientes prácticas higiénicas y medidas de protección: mantener una esmerara limpieza e higiene personal y aplicar buenas prácticas higiénicas en sus labores, usar vestimenta de trabajo de color claro, lavarse las manos con agua y jabón, antes de comenzar su trabajo, mantener el cabello recogido y cubierto totalmente mediante malla, gorro u otro medio efectivo, usar protector de boca, etc. Finalmente la vigilancia y el control sanitario sobre estas actividades, en el nivel territorial está a cargo de las Direcciones Seccionales, Distritales o Municipales de Salud. Ahora al hacer un conteo de los sitios que no cumplen con este mandato en Valledupar, estoy seguro que son innumerables los que se pasan por alto estos requerimientos, y lo más grave aún, es que no se conoce que la autoridad sanitaria tome acciones para contener estos factores de riesgos, cuando está de por medio la salud de miles de personas, que desprevenidamente se dejan llevar por el gusto y la sazón de los alimentos que se consumen en estos sitios con ambiente familiar agradable, pero no aptos desde el punto de vista sanitario. Ojala la autoridad sanitaria se preocupe por estos hechos e induzca a todos los propietarios de estos establecimientos a tomar conciencia del asunto, para que no vaya a pasar que lugares muy famosos y conocidos en la ciudad se queden con la fama pero sin clientes por la falta de higiene que se percibe.