Se cumple, nuevamente, aquel famoso refrán popular “al caído caerle”, contra el gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo Gnecco, a quien el Tribunal Superior de Bogotá le confirmó medida de aseguramiento (domiciliaria), al ser implicado en irregularidades en un contrato de alimentación escolar firmado por más de $17 mil millones con el Consorcio Alimentación Escolar A Salvo.
Abogados simpatizantes y opositores del acusado coinciden en que a Monsalvo se le acabó el tiempo de su administración, porque no tendrá tiempo de resolver el lío jurídico en su etapa de juicio ni si al final es absuelto, porque en ese caso la Fiscalía podría impugnar el fallo.
“Podrá ser gobernador nuevamente en un tercer periodo, siempre y cuando no sea condenado ahora o por uno de los otros siete procesos que le adelantan en la Fiscalía”, sostienen los expertos. Otros más optimistas alegan que podría suceder la absolución.
Según mis consejeros periodístico Tíochiro y Tíonan, el asunto no solo ha trascendido a lo judicial, el balón está ahora en el campo político de sus adeptos quienes tienen la cabeza como Vicente Calderón (un manaurero quien era de cabeza grande). La preocupación está en que sus aliados políticos ya no resisten la inestabilidad jurídica de Luis Alberto Monsalvo sobre quien pesan problemas por resolver de sus dos administraciones.
Tíonan asegura que los aliados del pasado que están hoy en el Congreso, elegidos en una coalición conformada por la ‘Casa Cielo’, ya están cansados de tanto enredos judiciales y la concentración del poder político en una sola familia, como ocurrió en el pasado con los Castro y luego con los Araujo, y están planeando derrotarlos.
Según Tíochiro, la ‘Casa Cielo’ eligió en las pasadas elecciones a Luis Alberto Monsalvo en la Gobernación, a José Alfredo Gnecco y Didier Lobo al Senado; Chichí Quintero, Eliecer Salazar y a última hora apoyó a Cristian Moreno a la Cámara. El Partido Conservador eligió a Ape Cuello.
Sin embargo, se conoció que hace unos meses, la coalición se reunió con los congresistas y se pactó elegir dos senadores y cuatro representantes, hasta se repartieron los municipios en donde iban a hacer sus campañas.
Pero la medida de aseguramiento contra el gobernador está provocando una desbandada y se especula que hay otros sectores políticos tratando de llenar esos espacios que –seguramente- quedarán libres.
Lo que se afirma es que desde que se conoció el caso de Monsalvo, los de la coalición del gobernador han empezado a recular, ya no ven con ‘buenos ojos’ el liderazgo que tendrá la Gobernación en donde el presidente Duque deberá nombrar un gobernador encargado de una terna que definirán los partidos Cambio Radical, Liberal y de la U.
Es decir, no creen que haya la misma enjundia para desarrollar las componendas políticas para “amarrar” los votos para la coalición de gobierno.
“El gobernador encargado tendrá todas las facultades y será responsable de la administración y sobre él recaerá lo que pase en esa entidad; seguramente no se prestará para repartir el pudín burocrático y la contratitis, porque deberá tener –siquiera- temor a Dios y del peso de la ley”, dice Tíochiro. El tiempo juega en contra de Monsalvo, mientras que para sus contradictorios ese mismo tiempo juega a su favor. Los aliados están pensando seriamente salir de la coalición de gobierno y convertirse en opositores para poder asegurar nuevamente la curul. Lo que piensan los opositores es que le llegó la hora a Monsalvo, aunque sea absuelto al final del juicio. Falta saber qué as bajo la manga tiene Monsalvo. Hasta la próxima semana.
@tiochiro