Colombia es un país megadiverso y con un patrimonio natural que nos convierte en uno de los lugares más estratégicos para la conservación biológica.
Según el IDEAM el territorio colombiano alberga cerca del 10% de las especies conocidas, ubicándolo dentro de los 14 países que albergan el mayor índice de la biodiversidad en la tierra y se estima que Colombia tiene 56.724 especies, estimativo que sólo incluye mamíferos, aves, reptiles, plantas con flores, helechos y plantas vasculares.
Referente a la diversidad estimada para algunos grupos biológicos, Colombia ocupa el primer lugar en diversidad de aves y orquídeas, el segundo lugar en diversidad de plantas, anfibios, peces dulceacuícolas y mariposas, el tercer lugar en diversidad de reptiles y palmas y el cuarto lugar en mamíferos.
LAS ECORREGIONES DEL CESAR
En el caso del departamento del Cesar es preciso resaltar que este territorio posee cinco ecorregiones, las cuales corresponden a la ecorregión de la Sierra Nevada de Santa Marta, la ecorregión de la Ciénaga de la Zapatosa, la ecorregión de la Serranía del Perijá, la ecorregión del Valle del rio Cesar y por último la ecorregión del Valle del rio Magdalena; todas estas unidades geográficas constituyen la totalidad del paisaje cesarence.
La biodiversidad y riqueza ecológica presente en estas ecorregiones antes mencionadas no son ajenas a las problemáticas socioambientales que atraviesa el país y el planeta en la actualidad.
Es precisamente por esa razón que el presidente electo Gustavo Petro tiene grandes desafíos que deberá priorizar en su agenda para formular las estrategias que permitan proteger, conservar y recuperar los diversos ecosistemas que hoy están siendo afectados mayoritariamente por causas antropogénicas, tales afectaciones son diversas y cada una posee su complejidad por lo que en este análisis se mencionaran en términos generales solo algunas de las más urgentes.
LA DEFORESTACIÓN
El primer desafío que deberá enfrentar el próximo presidente es la deforestación, este es el principal problema ambiental del país y que para el departamento según Corpocesar, las estadísticas ascienden anualmente a más de 1.100 hectáreas de bosques afectadas por esta práctica; principalmente en las ecorregiones de la Serranía del Perijá y de la Sierra Nevada de Santa Marta.
La deforestación deja consecuencias nefastas para los territorios, entre las que se pueden mencionar la desertificación, cambio climático, alteración del ciclo del agua, pérdida de hábitats, biodiversidad, suelos entre muchos otros impactos.
SECTOR MINERO-ENERGÉTICO
El segundo desafío esta conexo con los asuntos minero-energéticos, los cuales a su vez están relacionados principalmente con la minería de Carbón y recientemente con el interés de exploración y/o explotación de los minerales metálicos como el cobre en los municipios de La Paz y San Diego.
Es de amplio conocimiento que toda actividad humana tiene impactos en el medio ambiente -en menor o mayor medida, sin embargo, una de las actividades humanas que más impactan son la minería y es por eso que este punto cobra relevancia para el próximo gobierno.
El reto está en que el mundo actual demanda unos procesos de transición energética, lo que en teoría significaría disminuir la producción y el consumo de carbón progresivamente, por lo que el Cesar deberá entonces fortalecer su diversidad productiva para que ese proceso de transición sea justo y no tenga una repercusión sobre las finanzas del departamento que obtiene grandes rentas por esta actividad económica.
Este proceso debe hacerse con seriedad y entendiendo el papel que juega Colombia en la crisis climática respecto a los niveles de emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
RECURSOS HÍDRICOS
El tercer desafío tiene que ver con los recursos hídricos y su gestión (esto último debido a que varios municipios no cuentan con servicio de agua potable), pese a que el Cesar cuenta con una gran riqueza hídrica resultado de su ubicación geográfica.
Lo cierto es, que se ha evidenciado a través de diversos estudios las afectaciones sobre el rio Cesar principal afluente del departamento, el cual está altamente contaminado producto del vertimiento de las aguas residuales e industriales debido a que los municipios que este rio recorre a su paso no cuentan un sistema eficiente de PTAR, lo que conllevó al Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) a declarar la emergencia ambiental en el año 2015 en su cuenca media y baja, además de las intenciones de desarrollar la dañina técnica del Fracking en su cuenca.
En condiciones similares se encuentra la Ciénaga de la Zapatosa, la cual ha venido presentando un sin número de problemáticas que van desde las mismas aguas residuales (domesticas e industriales) hasta la proliferación de la tarulla o buchón, todo ello ha empezado a afectar también a las comunidades de pescadores que viven de este cuerpo de agua.
En resumen, podemos concluir que los problemas de los recursos hídricos son transversales a todas las masas de agua y se relacionan con la pérdida e invasión de la ronda hídrica, la deforestación, la contaminación por aguas residuales, la contaminación por residuos sólidos, el deshielo en la SNSM, entre muchos otros factores.
EL SUELO
El cuarto desafío está relacionado con el suelo, el cual es definido por el MADS como un componente fundamental del ambiente, natural, finito, constituido por minerales, aire, agua, materia orgánica, macro y microorganismos que desempeñan procesos permanentes de tipo biótico y abiótico, cumpliendo funciones y prestando servicios ecosistémicos vitales para la sociedad y el planeta, sin embargo, se estima que más del 81% de los suelos en el Cesar se encuentran degradados por erosión según el Estudio Nacional de la Degradación de Suelos por Erosión en Colombia realizado por el IDEAM en el año 2015, lo que conlleva a la alteración de los procesos biológicos, afectando así el desarrollo normal de la flora y fauna.
Atender este desafío es prioritario porque sin un suelo en óptimas condiciones difícilmente se puede conservar el resto del patrimonio ecológico.
EDUCACIÓN AMBIENTAL
El quinto y sexto desafío está relacionado con la falta de educación ambiental y el Acuerdo de Escazú respectivamente, estos puntos, a diferencia de los otros, son transversales y junto con la deforestación tienen implicaciones a nivel nacional, por lo que deben ser una política de estado, el primero genera la mayoría de los conflictos socioambientales debido a que no existe una cultura del cuidado del medio ambiente y el segundo permitirá acceder más fácilmente a la información y fortalecerá los mecanismos de protección de los lideres ambientales.
LA INSTITUCIONALIDAD
Finalmente y no menos importante es que el próximo gobierno tiene el desafío de superar esa debilidad institucional que ha permitido a las personas y empresas – principalmente empresas multinacionales- el incumplimiento de la normatividad ambiental existente en Colombia, por lo que muchos de los problemas socioambientales del departamento del Cesar se solucionarían -y en muchos casos se evitarían- si existiera una institucionalidad fuerte, capaz de enfrentar a todos esos actores que destruyen el patrimonio natural y ecológico de nuestro territorio.
Se quedan por fuera muchos problemas socioambientales igual de relevantes que por razones de espacio serán abordados en una edición posterior, sin embargo, es pertinente aclarar que sería utópico afirmar que en un gobierno se van a resolver todos los problemas del país que son causados en gran medida por el modelo económico existente en la actualidad e impuesto por organismos internacionales, pero lo cierto es, que el próximo mandatario de los colombianos deberá trazar unas políticas que ayuden a conservar nuestra biodiversidad y las cuales deben estar acordes a nuestras realidades para garantizar un proceso de transición energética justa que brinde oportunidades a las comunidades y mejore las relaciones existentes entre ecología, medio ambiente y desarrollo.
POR EUDIS DE LEÓN/ESPECIAL PARA EL PILÓN