Con satisfacción vemos la iniciativa de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, y su director Jhon Valle Cuello, en el río Guatapurí, con el objetivo de retirar “trincheras” ilegales que se instalaron para desviar la corriente, suponemos que a fincas cercanas, sin embargo también fue propicia la actividad para retirar grandes cantidades de basura, plásticos principalmente, del caudal.
Nos complace porque ha sido tema de editoriales anteriores, pues la preocupación por lo que ocurre con nuestros afluentes es considerable y por lo tanto exigimos soluciones prontas y definitivas.
A través de la red social Twitter, la Corporación expuso: “Director de @Corpocesar @JohnValleC adelantó junto a funcionarios de la Corporación, jornada de control de captaciones de agua en el Guatapurí, retiró trincheras y obstrucciones para liberar el afluente…”.
Desde ya invitamos al director de Corpocesar, Jhon Valle Cuello, a informarle a la ciudadanía el resultado de esta positiva labor. También consideramos prudente estrechar o quizá continuar (si acaso ya está en marcha) un diálogo con propietarios de fincas, arroceros de Badillo, ciudadanos que captan agua del río Guatapurí para sensibilizar sobre la necesidad urgente de proteger el afluente, y de paso conocer las necesidades puntuales de los productores del campo en cuanto a aprovisionamiento del líquido para cultivos y animales.
Hemos sido enfáticos en que no solo se trata de insistir en la protección de la fuente hídrica, sino también reconocer la necesidad de campesinos y empresarios del sector agropecuario.
Con frecuencia hemos investigado y editorializado sobre la necesidad de distritos de riego para el sector ganadero, lechero, cerealistas y productores de cultivos de pan coger, pues comprendemos la dificultad ocasionada por el cambio climático y todo lo que conlleva. Por otra parte, no creemos que solo los productores del campo estén captando el agua del río sin regulación, casas finca también podrían estar desviando partes del río para su usufructo.
En la edición del 12 de marzo de 2019, publicamos la nota: ‘Más de 100 concesiones acaban al Guatapurí’. En este trabajo periodístico exponíamos que para la fecha “en total 23 derivaciones y 130 subderivaciones están registradas en los libros de Corpocesar”. Sería bueno conocer si esto ha sido disminuido y regulado.
Tal como lo establece otro informe que presentamos en el año 2014: ‘Más de 155 concesiones ‘ahogan’ el Guatapurí’. En el informe se habla de concesiones dadas en el marco de la Resolución 139 del 4 de agosto de 1987.
Debemos garantizar la continuidad de este afluente que nace en territorios ancestrales de la Sierra Nevada de Santa Marta. Es orgullo nuestro por sus características naturales, posición geográfica y factor cultural, de condiciones únicas en el país, y algunos dirían que del sur del continente.