La publicidad es uno de los elementos de convencimiento más contundentes con que cuenta el hombre desde épocas remotas para manipular y manejar las masas, de esta forma sencilla era descrita esta actividad por el alemán Joseph Goebbels, jefe de propaganda del régimen nazi, quien se convirtió en un mago en este manejo, hasta el extremo de justificar por esta vía, ante el pueblo germánico, las atrocidades que cometía el régimen nazi durante la segunda Guerra Mundial, con un gran poder de convicción.
El decálogo impuesto por su ministerio desde esa época, sigue más vigente que nunca en nuestro medio, el cual es: Individualizar al enemigo, reunir a los adversarios en una sola categoría, cargar sobre el rival los propios errores, si no puedes negar las malas noticias invéntalas para distraer, convertir cualquier anécdota en grave error, principio de vulgarización, exageración y desfiguración, repite una mentira, toda propaganda debe ser popular, más grande la masa, menos inteligente.
Todas estas marrullerías propagandísticas nazis la manejan nuestros políticos criollos a la perfección, parecen ser los alumnos más aventajados del alemán zancadillero.
Lógicamente que el formato de difusión publicitario es diferente al de aquellos años, pero el propósito es el mismo, llevar su mensaje a todos los rincones; en esta ocasión lo hacen utilizando, sin ningún permiso y recato, la música de los viejos y nuevos juglares de la música vallenata y costeña en general, usan las melodías de las canciones más populares, a algunas les adaptan letras alusivas a su campaña y otras veces no le cambian nada, lo hacen sin pagar el derecho autoral, creen estarle haciendo un favor al compositor, les dicen que están popularizando la obra, mentiras y desfiguración de la realidad que los compositores en masa creen, principio Goebbels.
En los viejos tiempos, lo hizo Pepe Castro con la canción de Daniel Lemaitre, ‘Pepe’. Alfredo Cuello Dávila siempre utilizó como bandera la canción de Gustavo Gutiérrez, ‘Paisaje de Sol’, lo mismo que la familia Campo Soto con el ‘Cariño de mi Pueblo’. Otros candidatos de menos rango usaron canciones como ‘El sentir de mi Pueblo’, de Marciano Martínez y ‘Mi Proclama’, de Romualdo Brito, y si seguimos enumerando nos haríamos interminable en esta lista de usurpadores.
En nuestro medio el primero que hizo una canción a una campaña política fue el maestro Rafael Escalona, quien compuso ‘López es el Pollo’ en 1974 para la campaña presidencial de Alfonso López y no en 1978 como erróneamente lo dijo Jorge Nain Ruiz; López para esa época le entregó el poder a Turbay Ayala y volvió aspirar para un segundo periodo en 1982, y fue vencido por Belisario Betancourt.
‘El Candidato’, de Calixto Ochoa, fue otro aporte de la música vallenata a la campaña López Michelsen y ‘Viva el Partido Liberal’, de Lisandro Meza. Estas canciones tuvieron mucho protagonismo en nuestro medio, Calixto y Lisandro no recibieron ningún cargo público dentro o fuera de la Nación como el consulado de Escalona en Panamá por sus apretadas agendas musicales.