Por Carlos Mario Jiménez
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Por las pequeñas calles de María La Baja, Bolívar, se paseaba un niño aficionado del fútbol, apasionado por las gambetas de Ronaldo Luis Nazario de Lima y la potencia en el medio campo de Freddy Eusebio Rincón Valencia. Jamás pensó que a seis horas de su pueblo natal encontraría su futuro en el balompié. Y menos en un llamado a la Selección Colombia.
Valledupar, considerada buena ciudad por su diversa cultura, su gente amable y las riquezas entregadas por las melodías del folclor vallenato, se encargó de abrir un camino en la vida del adolescente de 14 años, que ha pasado su vida por varias ciudades de Colombia.
Todos los días le tocaba pasar la frontera que divide el país cafetero con Venezuela, para recibir clases en el colegio Carlos Pérez Escalante. Con su residencia fijada en Urueña, estado de Táchira en la patria venezolana, no encontró la forma de hacer parte de un club de fútbol de esa zona. Sus papeles colombianos no tenían validez, pero su amor por el balón cada día era más fuerte. Practicaba tres horas al día en un equipo venezolano, del que no hacía parte oficial.
Una tarde, diferente a todas, el hijo de Sixta Báez recibió una llamada telefónica de Juan Martín ‘Suzuki' Miranda, director técnico del equipo vallenato Real San Martín, el objetivo uno solo: venir a Valledupar para jugar en el cuadro salmón en la categoría infantil. Después de analizar la situación y con el respaldo de su familia, el jugador de 1 metro con 80 centímetro de altura, se desplazó a las tierras vallenatas. En menos de seis meses se ganó la titular del San Martín, salió escogido para pertenecer a la Selección Infantil del Cesar y se coronó campeón con la misma en el zonal Nacional realizado en el 2012 en la capital del Cesar.
Fijando su residencia en El Páramo, población considerada por la Alcaldía de Valledupar como asentamiento en zona de alto riesgo, siguió los pasos de sus ídolos en el fútbol, los consejos de ‘Suzuki' Miranda y la fe que mantenía viva sus ilusiones al momento de tener la pelota en sus pies.
El premio llegó, la convocatoria hecha por el profesor Jorge Eduardo Serna Nieto, director técnico de la Selección Colombia Sub-15 para participar en el Mundialito Tahuichi, ‘Paz y Unidad' de la categoría que se cumplió en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia. Era el premio para un guerrero, el futbolista que ha salido adelante junto a sus seis hermanos y en medio de una familia vulnerable.
En la tarde de ayer, Jesús David Marimón Báez recibió de nuevo la convocatoria para representar a su país en un torneo internacional. Un total de 25 jugadores fueron citados por Jorge Eduardo Serna para iniciar un nuevo ciclo de trabajo de la Selección Colombia Sub-15, que servirá como preparación para la segunda Copa México de Naciones de la categoría que tendrá lugar del 10 al 18 de agosto de 2013 en Ciudad de México.
“Ratificar lo que hice en Bolivia, digo yo que el profe espera de mí más de lo que hice en el Mundialito. He tenido una actitud más grande, la responsabilidad siendo Selección Colombia la he trasmitido a mis compañeros. Hay que ser humilde antes que todo”, declaró el volante de 14 años.
El equipo nacional estará concentrado desde hoy 28 de junio al 12 de julio de 2013, en el Factory Inn Hotel de la ciudad de Bogotá.