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Departamento del Cesar: fábrica de líderes

En los años 2010, es decir, aproximadamente década y media, hice parte de la Junta Directiva del Colegio Bilingüe de Valledupar, donde pude conocer algunos aspectos relacionados con el sector educativo y en sí sobre la Ley General de la Educación (Ley 115 del 8 de febrero de 1994) y constaté el espíritu crítico y analítico en dicho ente educativo, surgiendo varios espléndidos colegios calendario B como el Windsor School y La Sierra, y de paso se consolidaban cada vez más colegios tradicionales como el Santafé, Sagrada Familia, Gimnasio del Norte, Pablo Sexto, entre otros, en el sector privado, y en el público los legendarios Coloperena, Instpecam, Casd Simón Bolívar, Alfonso López, Prudencia Daza (femenino para el viejo Valledupar) a título enunciativo.

Aunado a la política económica mundial y nacional y a los grandes saltos tecnológicos y transformación social, siempre me pregunté cuál es el papel que debe asumir una persona mayor dentro de la sociedad y para qué estamos preparando a los educandos. De ahí, que expuse vagamente en dicha Junta sin sustento alguno para los años 2012 a 2013, la necesidad de que se estableciera la cátedra o asignatura del mandarín, el idioma oficial de la China, ante el empuje económico que la está catapultando a ser una de las potencias mundiales del orbe, para no decir la primera.

No en vano, el periódico especializado en temas financieros Portafolio, de la casa editorial de El Tiempo, en su artículo “China: la cronología de su transformación a una potencia mundial” del 24 de abril de 2023, manifestó: “Pronostican que desbancará a EE. UU. como potencia económica mundial en cinco años e irá mucho más allá”, según el Centro británico de investigación Económica y de negocios (CEBR).
“La China en década del 70 y bajo Deng Xiaoping, comenzó a modernizarse, abriéndose al mundo, a la educación y capacitación de su pueblo, con aproximación y aceptación de la ayuda de los Estados Unidos en Presidencia de Jimmy Carter”, sostiene dicho diario; lo cual para nosotros los parroquianos no puede ser ajeno; los hechos notorios hablan por sí solos, y al no estar Colombia dentro de la nueva ruta de la seda, en cuanto a la inversión China nos hemos quedado rezagados antes naciones como Perú, Brasil, Venezuela, Ecuador, y Argentina, inclusive, sin desconocer que hay inversiones en nuestro país como el Metro de Bogotá y otros proyectos generando como 40.300 empleos.

¿Pero por qué aprender mandarín o chino oficial? Primero, hoy por hoy es el idioma más hablado del mundo, lo hablan más de mil millones de personas nativas (chinos) y es el segundo idioma de otros países asiáticos como Taiwán, Birmania, Camboya, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia, Hong Kong, apuntando a ser el idioma oficial del continente asiático y ser uno de los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas.
Segundo, China se encuentra dentro de las primeras economías del mundo, ocupando el puesto número 17, según el Índice Mundial de Innovación.
Tercero, es una nación que le ha apostando duro a América Latina en su inversión, decreciendo en los últimos años, pero aun así lo hace interesante.
Cuarto, aprender mandarín otorga competitividad, oportunidad laboral y estar en contacto con 1.386 millones de personas chinas.
Quinto, se tiene la oportunidad de ampliar el horizonte cultural.Sexto, ser Colombia miembro de la Alianza del Pacífico, junto con Chile, Perú, México, conformando un área de integración y desarrollo económico y competitividad con énfasis en la región Asia-Pacifica.
Y séptimo, pertenecer Colombia a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En cualquier Nación del mundo la educación de su pueblo es fundamental para su desarrollo y por ello traigo a colación la expresión popular de que “pesa menos un lápiz que una pala o que su manejo es más fácil que el de un pico o cavador”. Uno se nutre de la lectura y de la publicación por internet del Cuaderno de Valores. El blog de Educo, de enero 11 del 2023, del que se aprecia: “La educación es una pieza clave para alcanzar la igualdad de oportunidades”. “La pobreza no es consecuencia de un nivel de ingresos económicos reducido, sino de la falta de conocimiento de las personas que les impiden alcanzar oportunidades laborales más cualificados. El incremento del nivel de educación es fundamental para reducir desigualdades en las siguientes generaciones y para lograrlo se deben considerar… la calidad de la educación”.

En este orden de ideas, el Departamento del Cesar, a través de su Secretaría de Educación y en asocio con las municipales, debe ir a la vanguardia en realizar una revolución en su currículo o plan de estudios para sus Instituciones Educativas y, a su vez, las Instituciones Privadas lo propio y bajo la asesoría de las primeras, por constituir con la autoridad en la materia, la inclusión de la asignatura del mandarín, ya que lo que se necesita para ello además de visión y misión es voluntad.

El tejido armonioso de las disposiciones de la Ley de la Educación traída como sustento, en sus artículos 3, que regula el Servicio Educativo; 4, que regula la calidad y cubrimiento; 6, que establece quiénes son la comunidad educativa ; el 21 y 22, que determina los objetivos específicos en la educación básica y secundaria, respectivamente, que permite la adquisición de elementos de conversación y de lectura, al menos de una lengua extranjera para los primeros y la comprensión y capacidad de expresarse en lengua extranjera en los segundos permite la inclusión de esta asignatura. De tal forma que, dentro de las áreas obligatorias y fundamentales del conocimiento, en el numeral de las humanidades, lengua castellana e idiomas extranjeros; ciencias sociales, historia, geografía, Constitución Política y Democracia, y matemáticas se pueda lograr una formación más integral y se enseñe a nuestros educandos a pensar, analizar y comunicarse en idiomas diferente al nativo no solo como ciudadanos de un país sino del mundo y en las economías predominantes como motor de desarrollo.

Al tratarse el presente artículo de opinión sobre la estructuración de nuestros educandos como líderes potenciales, su formación debe ir acompañada del conocimiento incipiente en el manejo de la economía y del mundo financiero, con una mentalidad fortalecida para que cuando sean adultos no se vuelvan improvisadores, consumidores compulsivos, presas fáciles de los egresos hormigas a los cuales por lo pequeños no se le da la importancia debida pero que al final de nuestra vida productiva se constituyen en una tronera fiscal en el plano individual y colectivamente en el anclaje de una Nación en el tercer mundo, donde la reina es la baratija y la mediocridad.

El artículo 23 de la Ley 115 de 1994, en comento, consigna que los grupos de áreas obligatorias y fundamentales comprenderán un mínimo del 80 % del Plan de Estudios, lo cual indica que como materia vocacional se puede disponer el 20 % restante para esa educación lingüística amplia, financiera y ser psicológicamente nuestros niños y jóvenes de mentalidad fuerte, proactiva y constituir en ellos nuestro mejor recurso humano, para Colombia y de exportación en este mundo globalizado.
Ojo señores burgomaestres y gobernadora, atrévanse a lo grande, el cemento genera más calor y la economía carbonizada a nivel mundial está en estado de marchites.

Carlos Alberto Araméndiz Tatis

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