Con una intensa fiebre y nivel elevado de leucocitos un menor de cinco años fue remitido al Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, proveniente del municipio de Curumaní, al sur del Cesar, para ser valorado por un especialista.
Sin embargo, según su padre Luis Enrique Vergel, la entidad prestadora de salud, Coosalud, ha sido negligente en la atención del niño puesto que desde octubre de 2015 se ordenó una intervención quirúrgica mediante una citostomía pero ha tenido retrasos en las autorizaciones médicas para ese procedimiento.
“Cuando lo llevé al hospital en Curumaní con fiebre, le hicieron parcial de orina y le salió con los leucocitos por encima de 100. Lo hospitalizaron inmediatamente y programaron la remisión a Valledupar para que lo viera un urólogo, pero la EPS decía que allá no tenían camas y cuando sugerí que lo enviaran directamente a Barranquilla. Me salieron con el cuento de que no podían hacerlo porque primero tenía que pasar por un hospital de segundo nivel. O sea, que si una persona está enferma, la dejan morir porque no hay cama en un hospital de nivel dos”, expresó el desesperado padre.
Vergel también afirmó que al llegar al centro asistencial, el menor no fue valorado por un urólogo y que la nefróloga del hospital no puedo revisarlo porque no tiene convenio con la EPS. Sin embargo, en la mañana de ayer, el menor fue trasladado a Cartagena para ser atendido por galenos especializados.
“Me tocó pelear con la EPS para que me remitieran a Valledupar, luego volvió otra pelea para que hicieran remisión a Cartagena, pero ahora nos urge que nos autoricen lo más pronto posible la cirugía y los insumos que el médico manda, porque desde el mes de octubre que lo llevé a Barranquilla le recetaron una gran cantidad de insumos, y hasta la fecha no me han entregado nada de lo que le han ordenado y siempre que uno va a solicitar las cosas, me salen con excusas” indicó Vergel.
Agregó que el menor de manera constante sufre de quebrantos puesto que nació con un solo riñón y también presentó una condición onfalocele (lo cual quiere decir que las vísceras de la región abdominal estaban fuera de su cuerpo). Actualmente, no tiene uretra, tiene un prolapso rectal, no tiene control de esfínteres y requiere sondas cada cuatro horas para evacuarle la orina, lo cual a veces le produce infecciones.
EL PILÓN intentó conocer la posición de Coosalud frente a las denuncias de la familia del niño, pero no fue posible contactar a los representantes de la EPS.
El menor de manera constante sufre de quebrantos de salud porque posee condiciones patológicas delicadas desde su nacimiento.
Por Daniela Marbello / EL PILON
danielamarbello@hotmail.com