Las quejas que viene haciendo un grupo de ciclomontañistas en Valledupar han puesto a la luz pública lo que sería una posible invasión en el cerro Las Antenas, por parte de varias personas que han construido ranchos de madera. La penetración de los desconocidos en el lugar es de tal magnitud que algunos sectores del cerro han sido divididos en lotes y cercados con alambres de púas.
Esto se observa en la zona posterior del Cerro y en predios de Emdupar, donde operaba anteriormente el botadero de basura.
La posible invasión no es lo único que le molesta a los ciclomontañistas, también la acción irregular que está truncando la realización de deportes extremos. “Nosotros usamos senderos para hacer enduro (modalidad del motociclismo) o ciclomotañismo, también hay decenas de personas que llegan en las mañanas para caminar y correr, pero algunos caminos están bloqueados por los alambres. Poco a poco nos están dejando sin espacio”, comentó el deportista Donal Montaño, que se encuentra preocupado por la situación y quien tiene seis años de disfrutar de esta reserva forestal haciendo actividades deportivas.
Los denunciantes afirman que la problemática la están viendo desde el año pasado y cada día que pasa ven más ranchos y más cercas. “Incluso, he transitado por esta zona en la noche y veo energía en uno de esos predios. Yo no sé cómo hacen”, dijo Rafael Morales, otro ciclomontañista, quien casi todos los días visita el cerro para hacer deportes y cada vez más se entristece al ver el panorama “lamentable”.
Durante el recorrido realizado por EL PILÓN se observó que en uno de los ranchos, con techo de zinc y cuyas paredes están hechas de madera y lata, hay gallinas y otros animales. A menos de 100 metros hay otro predio parecido. En los dos no se encontró a nadie, pero en la zona sí se observan a varios hombres, uno de ellos se acercó en una motocicleta al equipo periodístico y preguntó afanosamente si trabajábamos para la Alcaldía de Valledupar. Al responderle que no, se quedó unos segundos observando lo que se hacía y después se marchó por uno de los senderos.
“Mire, estas personas invaden el terreno que es del Municipio y por eso estamos poniendo el grito en el cielo para que a este tema se le ‘pare bolas’”, dijo Alfonso Cárdenas, un líder del grupo de ciclomontañistas.
Por su parte, Rafael Morales comentó que comenzó a ver con más notoriedad la invasión desde el mes de agosto de 2015 y hasta la fecha han contado 10 ranchos. “Hay casas que están construidas con cemento. No sabemos por qué personas inescrupulosas han hecho de esto una invasión”, agregó.
Otro rancho que está más cerca de la punta del cerro Las Antenas y del monumento al Santo Eccehomo, se puede ver si se ingresa por la primera entrada del Cerro, al lado de la curva en la carretera que conduce a los corregimientos del norte de Valledupar, a poco menos de un kilómetro del puente Hurtado. Otros ciudadanos consultados dicen que en el día no se ve a nadie merodeando el predio, pero al caer la tarde sí han visto a una persona.
¿Habrá desalojo?
En el último consejo de gobierno de la Alcaldía de Valledupar, uno de los temas tratados fue la denuncia de la invasión en el cerro Las Antenas que ha hecho el grupo de ciclomontañistas, quedando planificada una visita por parte de las autoridades para confirmar la apropiación irregular de terrenos del Municipio.
La secretaria de Gobierno, Sandra Cujia, informó que se iniciaron unas pesquisas en el cerro con apoyo de más autoridades y que están alimentadas con unas fotografías que se toman para determinar qué procedimiento hará la Alcaldía.
“Ya nos habían llegado unas informaciones por parte de algunas personas sobre una posible invasión de personas que han tratado de cercar el cerro, hicimos una labor de pesquisas el fin de semana con apoyo de la Policía de Carabineros, estamos esperando que nos lleguen las evidencias, los registros fotográficos para tomar acciones inmediatas”, señaló.
La funcionaria sostuvo que no permitirán que el Municipio vuelva a llenarse de invasiones y para eso necesita que la ciudadanía denuncie todas estas apropiaciones de tierra de forma irregular.
“No permitiremos un kilómetro más de invasión en la ciudad, esto genera cordones de inseguridad, de violencia. Nosotros no estamos dispuestos a darle espacio a que se viole la propiedad privada, es un derecho constitucional que queremos garantizarle a todos los dueños de propiedad y esto incluye al Cerro Las Antenas que hace parte del perímetro urbano de la ciudad y es propiedad de Valledupar”, añadió.
Cuando la secretaría de Gobierno recoja las fotografías que evidencie cuántas personas viven en los ranchos y los sectores donde están, esto se tramite a la Inspección de Policía y se pide el acompañamiento de la fuerza pública para solicitarle a los invasores que abandonen el lugar.
“Si esto no opera, va tocar hacer el segundo paso, que es la desocupación del predio con el uso de la fuerza, obviamente no queremos que pase esto. No es el mensaje que ha dado la Alcaldía, pero sí estamos decididos en tomar acciones que no permitan una invasión más en la ciudad”, indicó la secretario.
Desalojo en el botadero
Si bien la situación de los ranchos al pie del cerro Las Antenas es nuevo y apenas está tomando fuerza entre la opinión pública, en los predios de Emdupar donde operaba el botadero de basura ya venía ocurriendo hace más tiempo.
Esta zona, colindante con el Cerro, está llena de alambres púas que también han bloqueado las actividades deportivas. “Todo este sector estaba libre de cercas hace unos años. De repente, se fueron achicando los espacios y cerrando los senderos. Comenzamos a preguntarnos qué había pasado y supimos que estaban invadiendo. La ciudad no puede estar así. Si estos terrenos son de una empresa del Municipio, entonces las autoridades deben velar por su seguridad para que no sean apropiados de forma ilegal”, opinó Donal Montaño, mientras recorría con EL PILÓN uno de los caminos.
En una visita que hicieron de manera informal funcionarios de la Alcaldía en el gobierno de Fredys Socarrás, encontraron un invasor que se había apoderado de 10 hectáreas en medio de las tierras de Emdupar.
El exsecretario de gobierno de Valledupar, Carlos Mario Céspedes, manifestó que se le dio trámite a una querella interpuesta por Emdupar por la presencia de ese rancho en el antiguo botadero y se hizo una inspección ocular para adelantar un posible desalojo.
Señaló que alcanzaron a hacerse los trabajos administrativos necesarios para hacer un desalojo, como el gasto de logística (gastos de maquinaria, personal y refrigerio para los policías del Esmad que estarían activos por si se requería la fuerza pública para evitar desmanes), los cuales corrían por cuenta de Emdupar por ser el querellante. “Sin embargo, por circunstancias de carácter administrativo que se presentaron en esa empresa de servicio público, en diciembre pasado, no se pudo hacer el desalojo”.
El exsecretario de Gobierno se refiere a la suspensión del gerente de Emdupar en ese entonces, Gustavo Morales, por parte de la Procuraduría Regional de la República. Al no estar Morales en el cargo, no se pudo ejecutar la orden para pagar la logística.
“Sin eso no se podía proceder con el paso siguiente paso que era la organización de la reunión del posible desalojo. En nuestra administración se tuvo como unas de las principales tareas evitar las invasiones de predios”, aclaró el exfuncionario.
Sin embargo, EL PILÓN conoció que sí podría haber desalojo por parte de la Alcaldía para los días primero y dos de marzo. A la Inspección de Policía de Valledupar llegó ayer un oficio por parte de Emdupar en el que solicita información de la logística que se necesita para hacer una inspección ocular en la zona donde está referenciado que hay invasión en el botadero.
De esta forma, en la logística se contaría el número de refrigerios que el Esmad necesita para sus uniformados que evitarán posibles alteraciones del orden público, al igual que la presencia de ambulancias para auxiliar a los heridos que puedan resultar.
“En esa inspección ocular se confirmará si hay invasión. De ser así, entonces procederemos a desalojar”, explicó la inspectora de Policía, Yomaira Armenta Vega.
A continuación, EL PILÓN publica un aparte del acto administrativo en el que se confirma que la Inspección de Policía de Valledupar se trasladará al antiguo botadero de Emdupar y de esta manera confirmar si puede hacer el desalojo.
“Como medida previa cautelar se ordenará la práctica de una inspección ocular al lugar de los hechos donde presuntamente el señor Raúl Pupo, herederos y personas indeterminadas, están perturbando e invadiendo el predio propiedad de la empresa Emdupar, donde funciona la planta de tratamiento de agua potable, con una extensión de 10 hectáreas, según escritura pública número 580 de la Notaria Primera del Circuito de Valledupar. Para la práctica de la diligencia se comisiona a la inspectora Primera Civil, con el fin que se realice la inspección, orden dada en el numeral 2 de este año, la cual por su naturaleza debe apoyarse en funcionarios delegados de la oficina asesora de Planeación. Así mismo, ofíciese a la Personería Municipal para que la acompañe en la diligencia. Para hacer efectivo lo dispuesto ofíciese al comandante del departamento de Policía Cesar, con el fin que se le preste el apoyo policivo necesario para practicar la diligencia de inspección ocular ordenada anteriormente. En caso de comprobarse como cierto los hechos narrados por el querellante, la inspectora comisionada ordenará el amparo policivo solicitado por este. La comisionada debe poner en conocimiento al señor Pupo para que cesen los actos perturbatorios dentro de los tres días siguientes a la comunicación de lo ordenado…”.
“Más que sanciones es aplicar la ley, el derecho a la propiedad es un derecho constitucional y nosotros debemos garantizarle al propietario del predio que no sea objeto de ningún tipo de invasión, y si son predios del municipios también tenemos el deber de recuperarlos”, secretaria de Gobierno de Valledupar, Sandra Cujia.
“Nosotros usamos senderos para hacer ciclomotañismo, pero algunos caminos están bloqueados por los alambres. Poco a poco nos están dejando sin espacio”, Donal Montaño.
Por Rennier Asprilla