Amarradas a postes de luz, a señales de tránsito, a estructuras de establecimientos y hasta en árboles se encuentran las bicicletas por las calles de Valledupar. Este medio de transporte ecológico es utilizado por un alto porcentaje de vallenatos debido a los beneficios a la salud que brinda; sin embargo, son pocos los lugares en la ciudad que cuentan con un estacionamiento público para bicicletas.
De acuerdo con el ciudadano Deiver González, normalmente observa que las personas amarran las bicicletas a los árboles y señales de tránsito en la zona bancaria de la ciudad donde están ubicados el Banco de Bogotá, Bancolombia, Banco Caja Social, a los alrededores del Colegio Nacional Loperena, cerca de la Registraduría, entre otros sectores.
“La gente amarra sus bicicletas a las barandas de las rampas de los cajeros y en los árboles por economía para no pagar en un parqueadero $500 o $1.000. Es necesario que haya más estacionamientos públicos en la zona bancaria y también donde están los centros médicos porque uno va hacer sus diligencias y no hay donde ubicar las bicicletas”, comentó.
Los vallenatos que utilizan este medio transporte aseguran que en la ciudad no existen las condiciones para manejar “libremente y con seguridad al ritmo de los dos pedales”. Comentan que las ciclorrutas carecen de un ente o funcionario que se encargue de hacer respetar el tránsito de las bicicletas por esas vías debido a que conductores de motos y hasta vehículos las invaden para “ahorrar tiempo”.
La repostera Yolanda Núñez señaló que se transporta de su casa al trabajo en bicicleta. A pesar de que le gusta su medio de transporte y le ayuda a ahorrar dinero “sufre porque no hay donde estacionarla”.
“Es raro llegar a un lugar donde haya un estacionamiento público para bicicletas. Los que existen están un poco retirados y es peligroso estacionar tan lejos porque hay ladrones que andan pendientes para robárselas. He notado que los lugares donde están ubicados no son casi concurridos, en vez de estar cerca de los centros comerciales o bancos están por callejuelas”, manifestó Núñez.
LA INSEGURIDAD Y LOS DOS PEDALES
De acuerdo con el comerciante Luis Amaya, las bicicletas parqueadas son “perseguidas por los ladrones”. Aseveró que los delincuentes parten los candados y las cadenas con las que son amarradas a los árboles y estructuras para robárselas. Por dicha razón las personas temen estacionarlas incluso a plena luz del día.
“Los recicladores, los compradores de hierro y los consumidores de sustancias ilícitas se roban el hierro y cualquier material que tenga la cadena de la bicicleta para revenderlo junto con ella misma. Aquí en Valledupar hay mucha inseguridad hasta para tener una bicicleta. No importan si es fea, igual se la roban”, expresó Amaya.
VOZ DE SECRETARÍA DE TRÁNSITO
De acuerdo con la Secretaría de Tránsito Municipal, dentro del ‘Plan de Movilidad No Motorizada y Espacio Público de Valledupar’ se contempla la construcción de 24 estacionamientos para bicicletas por año. Según esta dependencia, dicho proyecto se llevará a cabo en la medida que aumente la demanda de los conductores de bicicletas y la implementación del sistema de bicicletas públicas.
Señaló que se están desarrollando acciones para mejorar las condiciones de seguridad así como también la normatividad vigente que no reconoce “claramente” a los usuarios de movilidad no motorizada como actores legítimos, precisando que Valledupar cuenta con un total de 15,36 kilómetros (km) de ciclorrutas divididas en tres tipologías.
Están son sobre el andén (13,14 km), sobre mediana (1,78 km) y las ciclorrutas recreativas, encontradas en los parques de la ciudad (0,44 km). Las ciclorrutas están ubicadas en la calle 44, la avenida Simón Bolívar; en la avenida Fundación, entre la glorieta El Obelisco y la transversal 23; la calle 44, entre carrera 5D y carrera 4; avenida Los Militares, entre la El Obelisco y calle 16C; y la calle 6, entre carrera 32 y carrera 4.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN.