En esta Semana Santa, de asistencia a ceremonias religiosas, de encuentros familiares en el vecindario y afuera, de visitas a lugares turísticos y de otras andanzas o paseos, es conveniente recordar recomendaciones pertinentes a las precauciones que debemos tomar, para evitar ser víctimas de los delincuentes, no intoxicarnos con alimentos en mal estado, prevenir accidentes automovilísticos y de otras índoles, en fin, protegernos de riesgos que atentan contra la salud y la vida humana.
Si bien es cierto que, durante la Semana Santa, las autoridades civiles, policiales y militares refuerzan la seguridad de la población. Es muy importante no ignorar ni olvidar que vivimos en un país cundido de asechanzas y amenazas adondequiera que vayamos. Por tanto, debemos abstenernos de ir o pasar por sitios catalogados como peligrosos por la presencia de bandas criminales y grupos subversivos. Además, que el pie de fuerza disponible no alcanza para cubrir todo el territorio nacional. Es decir, los controles y vigilancias del gobierno son insuficientes ante tanta delincuencia, de por si abusadora de la gente y provocadora de las autoridades.
Renovación de la plaza Alfonso López
Al alcalde Augusto Ramírez Uhía le han llovido críticas por la renovación y reinauguración inconclusa de la plaza Alfonso López Pumarejo. Considero que algunos de los críticos tienen razón solo en nimiedades, porque al fin y al cabo de cualquier obra siempre hay falencias que, en esta Plaza, en realidad, no demeritan las modificaciones realizadas. Para mi gusto, ahora la veo más atractiva, mejor dicho: más bella. Aunque le falta arborización, ya que no vi los espacios para sembrarlos, pues el ambiente vegetal la haría mucho más agradable.
En cuanto a la reinauguración inconclusa, se justifica por la celebración de la Semana Santa, especialmente por la de Santo Ecce Homo que, tradicionalmente se realiza en esta Plaza, y aunque no esté terminada, ya estaba apta para conservar la tradición, si no se permitía su culto, sería desdeñar la vocación religiosa de los devotos del Santo Patrono de Valledupar que, sin duda alguna, hubiera sido un agravio de marca mayor.
PD: La próxima semana comienza el Festival de la Leyenda Vallenata. En este festejo también hay que tener mucha prudencia, porque si no, los que cometan exabruptos, la fiesta se les convertiría en velorio, y aquellos que tengan mejor suerte podrían trasladarlos a un hospital para curarles las heridas sufridas.
Mi deseo es que, en la versión de este año, disfrutemos un gran festival, y que ganen los mejores competidores de todas las modalidades de los concursos realizados.