“Hoy cuenta la tierra mía con TELECOM en la sierra hoy se comunica mi tierra con todos los pueblos del mundo”
Así como Leandro Díaz en la canción titulada “Mi Pueblo” grabada en 1974 por Jorge Oñate con los Hermanos López expreso su complacencia, así mismo debemos manifestar que nos sentimos gratamente sorprendidos con la oportuna visita que hicieron a Monguí mi tierra el Gobernador del Departamento de La Guajira y el Alcalde de Riohacha quienes en día reciente pasado colocaron “La primera piedra” para iniciar y llevar a su culminación las obras para la construcción del Alcantarillado sanitario, y la reconstrucción del histórico camino de Songó donde jugábamos paseábamos, brincábamos y corcoveábamos todos los muchachos.
Con la ejecución de las precitadas obras estamos ante una restitución de derechos colectivos así previstos por el artículo 4° de la Ley 472 de 1998, para el acceso a una infraestructura de servicios públicos que garantice un ambiente sano la salubridad y la seguridad pública y también el disfrute del espacio público por parte de sus habitantes.
Durante el acto especial, espontaneo y muy esperado en los últimos treinta años, recordaba los tiempos cuando por desinteresada gestión de Evaristo mi padre allá llegaban los Gobernantes para inaugurar albercas, molinos y pequeñas obras que con precarios recursos solucionaban problemas básicos de la comunidad, con más altruismo que poder, y jamás pensando en cálculos y réditos políticos, la gente lo agradecía y ante las precariedades de entonces lo poco que el conseguía cambiaba el rumbo de su existencia y mejoraba sus condiciones de vida.
La llegada de un Gobernador o Alcalde, era un acontecimiento de similar magnitud para nosotros al regreso a tierra de los primeros hombres que pisaron la luna, todavía la gente era inocente y desprevenida, respetaban a sus conciudadanos y a las autoridades.
Este acontecimiento trajo a mi memoria un hecho anecdótico que me conto doña Nelis de Peñaranda, que una vez en Cotoprix cuando esperaban la llegada del Gobernador de entonces Cristóbal Fonseca Siosi, para lo cual el pueblo se preparó con arcos de palma de corúa por donde este debía entrar, los alumnos fueron preparados para aplaudir a cada lado de la vía durante su recorrido y alistados los fuegos artificiales, y sucedió que ese mismo día poco antes de la llegada del mandatario hizo su entrada triunfal el hoy ganadero Eluvis Duarte hermano de Encho dirigente y “Primer Damo” de Dibulla quien regresaba después de un año trabajando en Venezuela, y apenas el vehiculo hizo su ingreso al pueblo este sacó la mitad del cuerpo por la ventanilla y agitaba sus brazos saludando porque pensó que el recibimiento era para él, y la gente creía que había llegado el Gober y de inmediato todos empezaron aplaudir a su paso y los profesores dieron orden de lanzar todos los cohetes mientras ese Cotopricero de pura cepa lloraba de emoción por semejante recibimiento, y mientras daba las gracias manifestaba: “No esperaba este recibimiento de mi pueblo”, sin saber que los cables estaban cruzados así que cuando llego la esperada visita y como todos los muchachos y adultos apostados de en la vía se habían ido detrás del carro, no había nadie para recibirlo ni hubo pólvora para hacerla estallar por su presencia, todas se las gastaron al ilustre jornalero que retornaba con bolívares en el bolsillo a la tierra que lo vio nacer, cuando la vaina se vino aclarar ya era tarde, de allí para delante lo que hubo fue risa y pena por el episodio evidentemente macondiano.
Solo nos queda decir como dijo mi primo Fabián Acosta ya convencido de la iniciación de la obra: “Al fin los Monguieros vamos a cagar dignamente”